
Tácticas del fútbol de ayer y hoy
Jueves 14 de agosto de 2025 | 17:49
Análisis del papel y evolución del enganche en el fútbol moderno
El enganche, tradicionalmente el cerebro creativo del equipo, ha sido una figura emblemática en la historia del fútbol latinoamericano y mundial. Sin embargo, con los cambios tácticos y la evolución del deporte, su rol parece transformarse o incluso desaparecer. Este artículo examina el presente y futuro de los jugadores de enganche, apoyándose en ejemplos concretos y opiniones expertas para comprender si están en declive o en un posible renacer.
El enganche ha sido por décadas el jugador que organiza el ataque, conecta líneas y crea oportunidades de gol. Su visión de juego y creatividad lo convirtieron en un ícono de equipos históricos, especialmente en países como Argentina y México. Junto con un equipo de jugabet app, analizaremos esto con más detalle para entender por qué este perfil ha cambiado en las últimas décadas y qué significa eso para el fútbol actual.
Por ejemplo, figuras legendarias como Diego Maradona o Juan Román Riquelme encarnaron el enganche clásico, destacándose por su habilidad para controlar el ritmo y asistir a sus compañeros. Sin embargo, el avance táctico y la exigencia física han cuestionado la continuidad de este puesto tradicional en las formaciones modernas.
En el fútbol contemporáneo, la tendencia ha sido hacia formaciones más flexibles y roles menos definidos. El enganche tradicional, que operaba principalmente en una zona específica detrás de los delanteros, ha perdido protagonismo ante sistemas que priorizan el pressing, la velocidad y el dinamismo.
Equipos que antes dependían de un único creador hoy apuestan por medios versátiles que combinan defensa y ataque. Por ejemplo, clubes europeos han impulsado a mediocampistas con mayor capacidad física y versatilidad, relegando al enganche a un rol menos definido o incluso eliminándolo del esquema titular.
El incremento del ritmo y la intensidad física en el fútbol ha generado que jugadores creativos, que requieren espacios y tiempo para pensar, sufran más en el terreno de juego. Esto afecta directamente a los enganches, que necesitan libertad para manejar el balón y organizar jugadas.
Un caso ilustrativo es el jugador Juan Fernando Quintero, quien a pesar de su talento, ha enfrentado dificultades para adaptarse a sistemas muy físicos y acelerados, lo que refleja el reto que enfrentan los enganches para sobrevivir en el fútbol moderno.
A pesar de los desafíos, algunos jugadores han logrado reinventar el rol de enganche adaptándolo a las exigencias actuales. Por ejemplo, Paulo Dybala ha combinado creatividad con movilidad y trabajo defensivo, mostrando que el perfil puede evolucionar sin perder esencia.
Asimismo, jugadores como Lionel Messi, aunque no estrictamente enganches, conservan la capacidad de generar juego desde posiciones avanzadas, manteniendo vivo el espíritu de la creación y la imaginación en el fútbol.
Las academias de fútbol modernas han modificado sus enfoques formativos, priorizando la polivalencia y la resistencia física, lo que repercute en la formación de enganches clásicos. Sin embargo, en algunas regiones aún se fomenta la creatividad y la visión de juego específica, intentando mantener viva esta tradición.
Por ejemplo, en Argentina y Uruguay existen programas que siguen valorando la técnica y el toque, produciendo talentos que aspiran a ser enganches pero con la capacidad de adaptarse a sistemas más exigentes.
El uso de tecnología y análisis estadístico ha cambiado la forma en que se evalúan y seleccionan jugadores. El enganche debe mostrar no solo talento, sino también eficiencia en números y contribución en defensa.
Un enganche moderno que ha sobresalido en este aspecto es Bruno Fernandes, quien combina creatividad con cifras destacadas en recuperaciones y goles, adaptándose al análisis exhaustivo de rendimiento que demanda el fútbol profesional.
Los entrenadores juegan un rol clave en decidir si un enganche tiene lugar en el equipo. Algunos técnicos apuestan por sistemas clásicos que favorecen la creatividad, mientras otros prefieren estructuras más compactas y físicas.
Por ejemplo, Marcelo Bielsa es conocido por darle libertad a jugadores creativos dentro de sus esquemas intensos, lo que ha permitido la aparición de enganches con funciones renovadas en sus equipos.
En el fútbol femenino, el rol del enganche también está en evolución, pero con un crecimiento notable en la valoración de la creatividad. Jugadoras como Lieke Martens o Aitana Bonmatí destacan por su capacidad para generar juego y asistir, lo que refleja un resurgimiento del rol en contextos diferentes.
Este fenómeno sugiere que el enganche, aunque cambiante, sigue siendo fundamental en el desarrollo del juego, adaptándose a distintas realidades y estilos.
Los jóvenes talentos que aspiran a ser enganches enfrentan el desafío de combinar técnica y físico, además de una alta inteligencia táctica. Aprender a defender y a colaborar en el juego colectivo es clave para mantenerse en el fútbol profesional.
Por ejemplo, una joven promesa que combina habilidades creativas con trabajo defensivo y resistencia tiene más oportunidades de consolidarse como un enganche moderno, superando la visión tradicional limitada.
El jugador de enganche no está necesariamente en extinción, sino en un proceso de transformación que refleja los cambios del fútbol moderno. Aunque el perfil clásico ha sido desplazado, su esencia creativa y organizativa continúa siendo valiosa, adaptándose a nuevas exigencias tácticas y físicas.
Este rol se renueva constantemente, incorporando tecnología, formación integral y flexibilidad táctica, lo que ofrece esperanzas de resurgimiento para esta posición emblemática. Así, el enganche sigue siendo un símbolo de creatividad y pasión en el fútbol, evolucionando sin perder su alma.