El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional es contundente: la incapacidad para avanzar contra el cambio climático en Latinoamérica es directamente proporcional a la permeabilidad de sus gobiernos. El saqueo es verde.
Corrupción Climática
Para publicar enorsaionline@gmail.com // Jueves 27 de noviembre de 2025 | 09:32
La crisis climática y la degradación ambiental se presentan a menudo como fallas técnicas o de consenso global. Sin embargo, un informe reciente lo deja dolorosamente claro: la verdadera barrera para salvar el planeta y proteger los recursos naturales se llama **corrupción**.
Según el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2024 de **Transparencia Internacional**, la debilidad institucional y la falta de transparencia en Latinoamérica no son solo problemas económicos, sino un factor que convierte a la corrupción en un **"delito climático"** de alto impacto.
El informe detalla cómo la corrupción sistemática en áreas clave anula cualquier esfuerzo ambiental, afectando directamente el financiamiento y la inversión verde:
En este escenario, los países de las Américas, muchos estancados o con retrocesos en el IPC, no solo pierden activos naturales, sino que **pierden la confianza global**, esencial para acceder a los mecanismos de financiamiento climático internacional.
La crítica de Transparencia Internacional es radical: la corrupción climática se manifiesta en la impunidad con la que operan los grandes intereses extractivos.
Los sistemas judiciales débiles o cooptados por el poder político permiten que el dinero ilícito de los *lobbies* de combustibles fósiles, o de la minería sin control, anule las regulaciones ambientales. Esto no es solo una negligencia; es una **acción estratégica** que garantiza el saqueo de los bienes comunes mientras los ciudadanos cargan con la contaminación y la degradación de sus territorios.
La única forma de sanear la política ambiental y desbloquear el financiamiento necesario es exigiendo la **transparencia total** en la adjudicación de proyectos y fortaleciendo las instituciones de control fiscal y judicial para que no haya margen para la extorsión verde.
El dato es irrebatible: no se puede exigir responsabilidad climática a nivel global sin combatir la corrupción a nivel local. Para Latinoamérica, la lucha contra el cambio climático debe empezar en los tribunales y en las oficinas de los reguladores.
Este informe debe ser una alarma para los medios, las organizaciones civiles y los gobiernos. La corrupción es el **enemigo silencioso** de la sustentabilidad, y su combate es el primer paso para proteger la soberanía y los recursos naturales de la región.
