En Argentina, según datos 2023 del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Dr. Emilio Coni”, se estiman 2,9 millones de casos de asma en personas menores de 20 años y 870.000 en el grupo de 20 a 44 años: un total aproximado de 3,8 millones de afectados menores de 45 años. Esto equivale a que uno de cada 12 argentinos menores de 45 años vive con asma, pero solo la mitad logra mantenerla bajo control.
El desafío del control y la continuidad del tratamiento
Aproximadamente el 40% de los pacientes de la región presentan asma no controlada, reflejando una brecha significativa entre el diagnóstico y el manejo efectivo. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud Respiratoria 2018, apenas el 51,9 % de las personas entre 20 y 44 años usaba medicación de control de forma diaria, mientras que el 46,8 % solo lo hacía ante síntomas.
Entre los principales factores que dificultan la continuidad se encuentran: uso irregular de la medicación, falta de información sobre el rol del tratamiento preventivo frente al de alivio, dificultades técnicas con el inhalador, percepción equivocada de la gravedad o temor a efectos adversos.
El rol clave del neumonólogo
El trabajo conjunto con un neumonólogo resulta fundamental. Este especialista realiza estudios respiratorios como espirometrías, determina la gravedad, ajusta el tratamiento, enseña el uso correcto del inhalador o aerocámara y realiza un seguimiento personalizado. Todo esto mejora la adherencia y aumenta las posibilidades de alcanzar un control real de la enfermedad.
Vivir sin límites con asma controlada
Con un tratamiento preventivo constante y controles médicos regulares, una persona con asma puede llevar una vida totalmente normal: practicar deportes, estudiar, trabajar y disfrutar de actividades sin restricciones. La campaña enfatiza que controlar el asma es controlar tu vida.