
La Cámara revirtió un fallo en favor de Gabriela Cerruti, en la causa que le había iniciado a Lanata por injurias y violencia de género. La legisladora hizo un repaso de mentiras de la estrella de Clarín y recordó cuando fue citado como testigo en defensa de Astiz.
Andrés Brown Redacción En Orsai // Miercoles 26 de agosto de 2015 | 13:48
A fines del año pasado, la Justicia falló a favor de la legisladora porteña Gabriela Cerruti (Nuevo Encuentro) en la demanda civil que le había iniciado al periodista Jorge Lanata por daños agravados en el marco de la violencia de género.
El fallo del juez Adrián Del Federico, conocido ayer, condena a Lanata a resarcir a la legisladora con un monto de dinero fijado en quince mil pesos y la lectura de la sentencia en su programa de Radio Mitre, del Grupo Clarín.
La demanda contra el periodista había sido presentada el 12 de julio del año pasado, a partir de las declaraciones emitidas en el programa del 9 de octubre de 2012. Al aire de Radio Mitre, Lanata había dicho sobre Cerruti: “Nos decían que conseguía información porque tenía relación cárnica con alguien o con Menem o Ramón Hernández, o Kohan pero tenía buena información”.
Pero ahora la Cámara Civil revocó la sentencia contra Lanata, en base a un criterio bastante polémico que limita el derecho de los funcionarios públicos a la intimidad y al honor.
"Ponele que hasta ahí sea una aplicación amplísima de la libertad de expresión como derecho supra todo. Pero después admite que fue "machista" y "plausible de ser encuadrado como violencia de género simbólica" pero como esto sería solo un agravante de lo otro y lo otro no se puede aplicar, no importa. O sea, como soy funcionaria pública podés ejercer toda la violencia de género que quieras comigo. Vamos a ver qué dice la Corte", afirmó la lesgisladora porteña.
A partir de esta controversia, Cerruti tuiteó un relato suyo, en el que se revelaba una historia olvidada: cuando Lanata defendió al asesino Alfredo Astiz, al punto de ser convocado judicialmente para defender al genocida.
Era enero de 1997, Cerruti logró hacerle una entrevista al represor Alfredo Astiz. Allí reconoció públicamente por primera vez su rol en el Terrorismo de Estado y dijo aquella frase que luego se haría famosa: “soy el mejor preparado para matar a un político o a un periodista.”
La entrevista, publicada por la revista Trespuntos, le valió a Astiz ser dado de baja de las Fuerzas Armadas y enjuiciado por apología del delito. Causa por la que fue condenado, después de un juicio oral, en un fallo ratificado por la Cámara Federal y la Corte Suprema.
"Hundido en la hoguera de vanidades y frustrado por no haber sido el autor de esa nota, Jorge Lanata defendió tanto a Astiz que terminó siendo convocado por el asesino como su testigo de defensa en el juicio oral. Mientras Lanata se ocupaba de descalificarme y defender al represor, los marinos amenazaban a mi familia y a mí desde “La Cueva”. Varias páginas de los escritos de la defensa del ex marino se llenaron de citas del periodista", recordó Cerruti.
Por último, la legisladora de nuevo Encuentro recordó: "Lo esperé en tribunales el día del juicio oral en que debía presentarse a sostener sus afirmaciones, convocado por Astiz y su defensa. Pero Lanata a último momento envió un escrito diciendo que no concurriría porque estaba enfermo. No se presentó".
A partir de entonces, Cerruto decidió abandonar el periodismo y pasarse a la actividad política: "La fiereza con que dos o tres periodistas hicieron valer en aquel momento supuestas reglas de un manual que decía que era más importante llevarse bien con un asesino que verlo preso, me ayudaron a pensar que ya había demasiadas cosas de cierta manera de comprender el periodismo que no tenían que ver conmigo. Que quería dar el debate público con libertad para comprometerme con mis ideas".