Es un hecho que cuando hablamos de salud, hablamos de equilibrio y la dieta no es una excepción. En este sentido, el pollo es uno de los alimentos más populares y versátiles del mundo, y su presencia en la dieta es fundamental para una alimentación balanceada y saludable.
El pollo es mucho más que una simple carne
Martes 26 de agosto de 2025 | 22:01
A diferencia de otras carnes, el pollo es una excelente fuente de proteína magra, lo que significa que aporta una gran cantidad de proteínas con un bajo contenido de grasa. Esto lo convierte en un aliado perfecto para quienes buscan mantener un peso saludable, construir músculo o simplemente llevar una vida más activa.
Además de ser una fuente de proteína, el pollo es rico en vitaminas y minerales esenciales, como el fósforo, que es fundamental para la salud de los huesos, y el potasio, que ayuda a regular la presión arterial.
Con un poco de creatividad y la ayuda de electrodomésticos como la multiprocesadora Liliana, podés transformar esta carne en una variedad de platillos deliciosos y nutritivos que te encantarán y sumarán valor a tu alimentación diaria.
Una alimentación variada es uno de los pilares más importantes de un estilo de vida saludable. Se trata de una estrategia fundamental que va más allá de simplemente comer; es una forma de asegurar que nuestro cuerpo reciba la gama completa de nutrientes que necesita para funcionar de manera óptima. No hay un solo alimento que contenga todo lo que el cuerpo necesita, por lo que la diversidad es clave.
Aporte nutricional completo: Cada grupo de alimentos tiene una función específica. Las frutas y verduras son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes. Los cereales integrales proporcionan fibra y energía sostenida. Las proteínas (carnes magras, legumbres, huevos) son esenciales para construir y reparar tejidos. Las grasas saludables (aguacate, frutos secos, aceite de oliva) son vitales para la salud del cerebro y el equilibrio hormonal. Al combinar todos estos grupos, se previene la deficiencia de cualquier nutriente.
Prevención de enfermedades crónicas: Una dieta diversa y equilibrada reduce significativamente el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Esto se debe a que una gran variedad de alimentos vegetales aporta antioxidantes y fitoquímicos que protegen a las células del daño.
Mejora de la salud digestiva: Incluir una amplia variedad de frutas, verduras y cereales integrales asegura un consumo adecuado de fibra. Esta fibra alimenta a la microbiota intestinal, el conjunto de bacterias beneficiosas en el intestino que son cruciales para la digestión, la absorción de nutrientes y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Control de peso saludable: Una alimentación variada, que se basa en alimentos integrales y naturales en lugar de procesados, ayuda a mantener un peso saludable. Estos alimentos suelen ser más saciantes, lo que reduce la tentación de comer en exceso y facilita la gestión de las porciones.
Mayor disfrute y bienestar mental: Comer los mismos alimentos todos los días puede volverse monótono. Una dieta variada no solo es más placentera y emocionante, sino que también contribuye al bienestar mental. Una buena nutrición se asocia con una mejor función cerebral, mayor claridad mental y una reducción en los síntomas de ansiedad y depresión.
En resumen, una alimentación variada es una inversión en tu salud, tu energía y tu bienestar a largo plazo. Es la forma más sencilla y efectiva de nutrir tu cuerpo de manera integral.
El pollo es mucho más que una simple carne; es un superalimento que ofrece una serie de beneficios para la salud que lo hacen indispensable en cualquier dieta.
Fuente de proteína de alta calidad: La proteína es un macronutriente esencial que juega un papel crucial en la construcción y reparación de los tejidos, la producción de hormonas y enzimas, y el mantenimiento de un sistema inmunológico saludable. El pollo, especialmente la pechuga sin piel, es una fuente de proteína magra que te ayuda a sentirte saciado por más tiempo, lo que es clave para controlar el peso.
Rico en vitaminas y minerales: El pollo es una excelente fuente de vitaminas del grupo B, como la niacina (B3), que ayuda a convertir los alimentos en energía, y la vitamina B6, que es crucial para el metabolismo de las proteínas. También es rico en fósforo, un mineral esencial para la salud de los huesos y los dientes, y en selenio, un antioxidante que protege las células del daño.
Versatilidad y bajo costo: El pollo es una de las carnes más versátiles y asequibles del mercado. Se puede preparar de mil maneras: a la parrilla, al horno, salteado, en guisos, en ensaladas... Su sabor neutro lo hace perfecto para absorber los sabores de especias y marinadas.
Con la ayuda de las herramientas adecuadas y un poco de creatividad, podés preparar una variedad de recetas con pollo que son tan deliciosas como nutritivas.
Hamburguesas de pollo y vegetales: ¿Quién dice que una hamburguesa no puede ser saludable? En tu multiprocesadora, combiná pechuga de pollo sin piel, zanahoria rallada, cebolla, pimentón, un poco de avena y especias a gusto. Procesá hasta obtener una mezcla homogénea, formá las hamburguesas y cocinalas a la plancha. Servilas en un pan integral con hojas verdes y aguacate.
Brochetas de pollo y verduras: Esta receta es simple, deliciosa y perfecta para una comida ligera. Cortá la pechuga de pollo en cubos y marinala con zumo de limón, aceite de oliva, orégano, sal y pimienta. Alterná los trozos de pollo con tus verduras favoritas (pimentón, cebolla, calabacín, tomate cherry) en una brocheta y cocinalas a la parrilla o al horno hasta que el pollo esté dorado y las verduras, tiernas.
Tacos de pollo desmechado: Cociná la pechuga de pollo en una olla con caldo de pollo, cebolla y ajo. Una vez cocida, desmechala con un tenedor. Salteá el pollo desmechado con especias como comino, pimentón y chile en polvo. Servilo en tortillas de maíz con repollo rallado, un poco de yogur natural y cilantro fresco.
Ensalada César con pollo al grill: La clásica ensalada César puede ser una comida completa si le agregás proteína. Cocina una pechuga de pollo a la parrilla y cortala en tiras. Serví sobre una cama de lechuga romana con crutones caseros y un aderezo César ligero.
Albóndigas de pollo en salsa de tomate: En tu multiprocesadora, picá pechuga de pollo, ajo, cebolla, perejil y un poco de pan rallado. Sazoná con sal y pimienta. Formá las albóndigas y cocinalas en una sartén con un chorrito de aceite de oliva. Luego, agregalas a una salsa de tomate casera y acompañalas con pasta o legumbres a tu gusto.