
El precandidato a presidente planifica por estas horas su estrategia en tierras bonaerenses y busca un postulante a la gobernación del ala derecha del peronismo. En los últimos días la hija del ex secretario general de la CGT suena con más fuerza.
Sergio Villone // Sábado 13 de junio de 2015 | 10:49
El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, intensifica su campaña en la provincia de Buenos Aires y maneja diferentes nombres para rellenar el cargo de candidato a vicepresidente que lo acompañe en su aventura prepresidencialista.
En estos días, el aliado político de Sergio Massa y la Democracia Cristiana dio una pista de quién podría tratarse: “Será alguien de la provincia de Buenos Aires”.
En ese marco, ahora suena el nombre de la diputada nacional Claudia Rucci, aunque hasta hace unos días no se descartaban al analista de medios Julio Bárbaro y al escritor menemista Jorge Asís y sus alter egos.
En las últimas horas, según medios cordobeses afines a De la Sota, se habría fortalecido la opción de Rucci, debido a su contenido ideológico hacia el interior del peronismo de derecha que De la Sota se enorgullece de representar, más allá de la kirchnerización de su discurso de último momento, justo cuando visitaba, esta semana, partidos del Gran Buenos Aires.
Claudia Rucci es hija del ex secretario general de la CGT nacional, José Ignacio Rucci, asesinado el 25 de septiembre de 1973, figura reivindicada por De la Sota, junto a otros referentes del peronismo residual como el Momo Venegas, que le había prestado el sello de su partido FE a De la Sota, pero ahora acordó con Mauricio Macri, de quien el cordobés aseguró “yo no tengo nada que ver”.
Juegan a favor de Rucci dos características que son del agrado del primer mandatario mediterráneo: ser mujer, y haberlo acompañado desde el inicio del sueño prepresidencial delasotista, cuando De la Sota aspiraba a encumbrarse como el único líder antikirchnerista, hasta que apareció Sergio Massa en 2013.
Le juega en contra de Rucci su escaso desarrollo territorial en la provincia de Buenos Aires, distrito en el que quiere jugar fuerte De la Sota pero no encuentra “porteros” de gran envergadura, ya cooptados por otra fuerzas con reales ansias de llegar al sillón de Rivadavia.
Rucci además habría aventajado a Bárbaro luego de que éste disparara críticas a la campaña de De la Sota por sentirse solo en el armado bonaerense, dardos que De la Sota no olvida.
Con estas movidas de supuesta intriga, una intensísima campaña de entrevistas con medios porteños y recorridas por distritos bonaerense, De la Sota busca hacerse fuerte ante el tambaleante Sergio Massa, ilusionado con que el tigrense termine bajándose de su precandidatura presidencial y lo deje encabezando la lista de UNA (Unidos por una Nueva Argentina) y le traccione votos en territorio bonaerense como candidato a gobernador, escenario que el tigrense juró que no va a producirse.