MIENTRAS CONDUCE

Provoca un accidente por afeitarse la ...

Nuestra protagonista es la señora de la foto, se llama Megan Barnes y tuvo la feliz ocurrencia de rasurarse el pubismientras estaba sentada al volante de su coche.

Provoca un accidente por afeitarse  la ...

Paul Velo // Jueves 02 de enero de 2014 | 15:49

Pelo y barba, en seco

Días atrás, bromeaba un amigo preguntándome qué hacía yo en el coche antes de que existiera Twitter. Él, pelín fanfarrón, alardeaba de ir mirando los mensajes de la red social mientras conduce, algo que sé de buena tinta que no hace, señores de la DGT. Sea como fuere, mirar Twitter o cualquier otra app del móvil, encenderse un cigarro, cambiar el CD, maquillarse o cualquier otra cosa indebida que a veces se hace durante la conducción no es absolutamente nada en comparación con el suceso que recientemente protagonizó una señora estadounidense.



Nuestra protagonista es la señora de la foto, se llama Megan Barnes y tuvo la feliz ocurrencia de rasurarse el pubismientras estaba sentada al volante de su coche. Sin agua, sin gel de afeitar ni nada para preparar tan delicada piel, como si fuera un recio pistolero de las películas del oeste, la señorita Barnes se levantó ligeramente la falda y se pasó la cuchilla. Durante la compleja operación, Megan dejó el volante en manos de ¡¡¡su exmarido!!!, que le acompañaba en el asiento del copiloto. ¡La situación da para escena de una película de Almodóvar!



Así, con la señora afanada en deforestar su pubis y el exmarido mirando de reojillo a una entrepierna que no le debería ser muy desconocida, pasó lo que tenía que pasar: un accidente. El coche de Megan chocó contra la parte trasera de la camioneta de David Schoff, que alertó a las autoridades para que acudieran a poner orden.



El agente Gary Dunnick fue el primero en personarse en el lugar de los hechos. Allí, con la ayuda de las marcas que les dejó el airbag, desmontó la teoría de Barnes y su ex, que se cambiaron de asiento para simular que había sido un accidente, sin más, sin mediar imprudencia temeraria alguna. Una vez confirmado que la que estaba sentada al volante era la mujer, ésta se derrumbó y confesó los hechos tal y como habían ocurrido. El agente Dunnick debió quedarse de piedra, más aún cuando se escuchó de boca de la protagonista que la depilación púbica era “porque había quedado en Key West con mi novio y quería estar lista para la acción”. ¡O_O!



Tras el desconcierto, Dunnick descubrió, además, que Megan no debía estar conduciendo en esos momentos, puesto que meses antes había sido declarada culpable de provocar un accidente de tráfico y le habían retirado el permiso de conducir durante cinco años. Sin embargo, cuando las ganas de f***ar aprietan… ¡Acabad vosotros la frase!

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