En una jugada que combina nepotismo, negocios y cinismo político, el Banco Nación —presidido por Daniel Tillard pero bajo la órbita directa de Karina Milei— acaba de adjudicar un contrato de 3,5 millones de dólares a una empresa de seguridad privada vinculada directamente a Martín Menem y su hermano Adrián Menem.

La firma Tech Security, que hasta diciembre del año pasado tenía como titular al propio presidente de la Cámara de Diputados, ahora es controlada por su hermano. Sin embargo, la línea de sucesión en los papeles no puede ocultar el hecho central: una empresa familiar se beneficia de un contrato millonario con el Estado, justo cuando el discurso oficial sostiene que hay que terminar con los privilegios de la política.

Te va a interesar: El entramado millonario de los Menem y su pacto con el gobierno de Javier Milei

La casta vive y goza de buena salud

La noticia fue revelada por el periodista Ernesto Tenembaum en Radio Con Vos. El periodista recordó que Javier Milei usó durante años el término "casta" para referirse a los vínculos espurios entre la política y los negocios. Sin embargo, como viene ocurriendo en múltiples áreas del gobierno, los libertarios llegaron al poder con un discurso de ruptura, pero están consolidando una casta más cerrada, más elitista y más impune.

“Es un hecho que como mínimo requiere una explicación”, dijo Tenembaum, y comparó la situación con los mismos actos que el presidente solía criticar con dureza. Hoy, en lugar de romper con la lógica del amiguismo, la están institucionalizando desde el corazón mismo del aparato estatal.

Te puede a interesar:  Fuerte descontento entre jóvenes libertarios por las alianza de Karina Milei con la "casta política"

Karina Milei y el control del Estado profundo

La hermana del presidente, conocida como “El Jefe”, es quien digita los movimientos de poder más sensibles en la administración nacional. Aunque el contrato fue firmado por el Banco Nación, nadie duda de que Karina Milei maneja la lapicera.

Esta contratación se suma a una larga lista de maniobras que reflejan un patrón claro: el gobierno libertario utiliza el aparato estatal para beneficiar a los suyos, mientras promueve el ajuste brutal para el resto de la población.

¿Y la transparencia?

Tech Security es una empresa que no destaca por antecedentes técnicos ni por haber ganado concursos previos con el Estado. El proceso de licitación fue opaco, sin mayores controles ni llamados públicos resonantes. Una empresa de seguridad con lazos familiares directos con uno de los principales funcionarios del gobierno no debería ser contratada sin un escrutinio profundo.

En cualquier país con estándares mínimos de transparencia institucional, este escándalo ocuparía tapas de diarios y generaría pedidos de renuncia. En Argentina, los Menem siguen haciendo negocios con el Estado, ahora bajo el sello libertario.

Un contrato, muchas preguntas

• ¿Qué criterios usó el Banco Nación para adjudicar este contrato millonario?
• ¿Por qué no se evitó contratar a una empresa ligada a una figura clave del oficialismo?
• ¿Quién controla los conflictos de interés en el nuevo régimen libertario?

La respuesta, por ahora, es silencio. Lo que no callan son los documentos oficiales: el contrato existe, el dinero se transfiere, y la “casta” está más viva que nunca.

Otras notas relacionadas

• YPF ya no es del Estado: el verdadero CEO de la energía se llama Paolo Rocca
• Apagón industrial: las provincias que ya no pueden producir
• Las reservas no alcanzan: el BCRA ya usa dólares de los bancos privados