Uno de los caballitos de batalla del macrismo es supuesto dialogo que se abrió con las distintas fuerzas políticas. Sin embargo, el jefe de gobierno porteño reconoció que no pretenden hablar con todos. Desde el oficialismo pretenden acallar algunas figuras políticas opositoras.
Pep - Redacción En Orsai // Martes 05 de enero de 2016 | 10:53
Seguir escuchándo a Aníbal Fernández nos tiene hartos
El oficialismo continua sin hacerse cargo de la situación de los presos fugados del penal de General Alvear. Lejos de eso, pretende que las voces que se emergen como muy críticas en ese marco, vuelven a instalar que hay que acallar esas voces.
Quien se manifestó con más críticas al oficialismo fue el propio Aníbal Fernández. Paradójicamente la figura elegida por el propio macrismo para deslindar responsabilidades por la fuga. Sin embargo, para Larreta afirmó que "me da bronca seguir escuchando a Aníbal Fernández".
El Jefe de Gobierno porteño se quejó por radio La Red que “seguir escuchándolo nos tiene hartos. Las mismas barbaridades que cuando era Jefe de Gabinete, no podemos seguir hablando de lo que dice Aníbal Fernández. Argentina quiere otra cosa”. Las declaraciones van en la misma sintonía que las de Mariu Vidal que sostuvo que el ex funcionario se debería llamar a silencio.
Los cómico de todas las declaraciones es que momentos antes de descargar su furia por las voces críticas, Larreta había afirmado que “estamos viviendo un momento de dialogo, donde se puede discutir y trabajar en equipo. Donde se convocan a todos los que piensan diferente”.
Lo que queda en evidencia con las declaraciones de Larreta y de distintos referentes PRO es que solo se trata de guardar las formas, pero que en verdad no hay ninguna intención de dialogo con todos los actores.
En un cierre de año crítico, Alfredo Zaiat y Pablo Ibáñez analizan la fragmentación del peronismo, el posible refugio de Máximo Kirchner en La Matanza y por qué la apuesta de Milei por un Trump "declinante" podría ser una catástrofe a largo plazo.
Además de estar relacionada, por ejemplo, con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y la insuficiencia renal, la diabetes causa retinopatía diabética; una enfermedad ocular que afecta los pequeños vasos de la retina como consecuencia de su exposición a un aumento de glucosa en sangre (o azúcar en sangre) durante un periodo de tiempo prolongado.








