
La Casa de la Memoria y la Vida, ubicada en el ex Centro Clandestino de Detención Mansión Seré, una sede de Universidad Nacional de Rosario, y la ex ESMA fueron elegidos como blanco de los ataques.
Redacción Enorsai // Sábado 21 de noviembre de 2015 | 20:27
La primera casa de la Memoria y la Vida de Latinoaméricam, ubicada en Morón, dentro del ex Centro Clandestino de Detención Mansión Seré, amaneció ayer con la pintada “el 22 se termina el curro”, en clara alusión a que ese día, según los que pintaron, terminará el gobierno kirchnerista.
Casi en simultáneo, en puerta de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario otras pintada decía: “Ni 30 mil, ni inocentes” y “Muerte al Che, el Che está muerto”.
Además horas después de descubiertas esas pintadas, en la ex Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), hoy Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos, se recibieron al menos cuatro amenazas de bomba. Dos en el espacio general del predio, una en el centro cultural Haroldo Conti y otra en el Archivo Nacional de la Memoria.
Hubo una gran cantidad de repudios de distintos sectores de la sociedad, entre ellos el imputado ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires –por supuesto lavado de dinero- Hernán Lombardi, quien dijo que, “el Nunca Más nos une a todos los argentinos de bien. Vandalizar la Mansión Seré es un acto de cobardes”.
El ministro no reparó en que la frase elegida para pintar la ex Mansión Seré, parafraseaba a su jefe político Mauricio Macri quien en abril de 2014 anunció que con él se terminaría “el curro de los derechos humanos”.
María Victoria Moyano, nieta recuperada y referente del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) manifestó al respecto de los hechos vandálicos que “quienes hicieron estos ataques evidentemente son base del PRO y del macrismo. Pero quienes luchamos desde hace décadas por Memoria, Verdad y Justicia vamos a seguir en la calle como hasta ahora contra todo tipo de ataque a las libertades democráticas. Estos hechos vuelven a demostrar, una vez más, que la impunidad es un tema del presente y no del pasado”.