
La designación de Eduardo “Wado” de Pedro como nuevo secretario general de la Presidencia es un reconocimiento personal, pero también implica un premio a la militancia de Hijos, así como también un recambio generacional en la conducción política. En 2001 lo torturaron en la Plaza y hoy es funcionario de gobierno.
Andrés Brown Redacción En Orsai // Jueves 26 de febrero de 2015 | 15:31
“Me levanté el 20 de diciembre para ir a trabajar, pero un compañero me comentó que estaban reprimiendo a las Madres, así que fui a la Plaza. Eran las 10 de la mañana. Intenté llegar a la Pirámide, donde estaban las Madres, pero no pude llegar, tuve un altercado con la policía y ellos se quedaron con mi bolso. Cuando fui a buscarlo, me metieron en un patrullero y sucedió todo lo que vino después.”
Wado de Pedro es hijo de desaparecidos, dirigente de La Cámpora, y una de las víctimas de la represión que ejercieron las fuerzas de seguridad de forma indiscriminada aquel 19 y 20 de 2001. Aquel día sufrió privación ilegítima de la libertad, golpes, torturas y amenazas de muerte.
Menos de quince años después, Eduardo “Wado” de Pedro asciende a secretario general de la Presidencia en lugar de Aníbal Fernández, quien pasará a desempeñarse como jefe de Gabinete.
Por orden de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, de Pedro ocupará un importante cargo en el Gobierno nacional.
Oriundo de Mercedes, Wado de Pedro es abogado y hasta el momento se desempeñaba como diputado nacional, electo en las elecciones del año 2011 por el Frente para la Victoria (FPV) en la provincia de Buenos Aires.
Es uno de los fundadores de la agrupación La Cámpora, en la que milita junto a otros referentes como Andrés Larroque, Mariano Recalde y Juan Cabandié.
Además, fue vicepresidente de Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas y posteriormente electo para ocupar una banca de diputado nacional por el Frente para la Victoria, representando la provincia de Buenos Aires.
Sus padres, Enrique de Pedro y Lucila Révora, fueron secuestrados y desaparecidos durante la dictadura militar. Y "Wado" siguió los pasos de sus padres, incursionó en la militancia e integró la agrupación Hijos.
"No somos ni yuppies ni gente que hace política por un sueldo, sino que somos hijos de esa resistencia, hijos de una generación de desaparecidos", declaró en una entrevista a Página/12 el nuevo secretario General de la Presidencia.
Después de la crisis de 2001, "desde Hijos hicimos una convocatoria a todas las agrupaciones silvestres, nacionales y populares, que reivindicábamos las mejores tradiciones del peronismo, que habíamos resistido al menemismo, que no nos habíamos comido la ilusión del falso progresismo aliancista, para discutir la unidad generacional", recordó Wado sobre su trayectoria.
"A esa reunión fueron Mariano Recalde, Andrés Larroque, Javier Andrade, Axel Kiciloff, un montón de personas y agrupaciones que en ese momento no veíamos una generación de políticos en escena capaz de marcar otra lógica. Esas reuniones fueron muy ricas, y Néstor nos encontró discutiendo eso, nos agarró por sorpresa: era el político que nosotros pensábamos que no existía más, el presidente que nosotros llevábamos un año proyectando para 25 años más tarde", relató el ex militante de Hijos.