Por Redacción En Orsai – Miles de argentinos descendientes de italianos intentan, año tras año, obtener la tan anhelada ciudadanía italiana. Pero lo que debería ser un derecho automático, garantizado por el principio de ius sanguinis, se convierte en un calvario kafkiano: turnos imposibles, demoras de hasta 15 años y respuestas arbitrarias. ¿Qué hay detrás de esta maraña burocrática?

Una fila eterna y sin respuestas

En consulados como los de Buenos Aires, Rosario o Mendoza, los turnos para iniciar el trámite son casi una ficción. Se liberan cada ciertos meses por un sistema online que colapsa en segundos. Miles de solicitantes denuncian una verdadera "lotería digital" en la que solo unos pocos logran acceder. ¿Es desorganización o una estrategia de obstrucción deliberada?

Italia pone límites... a los argentinos

Italia no oculta su preocupación por el crecimiento exponencial de nuevas ciudadanías otorgadas fuera del territorio europeo. Muchos ven en esto un intento por limitar la migración "de vuelta", esa que incomoda al Viejo Continente. La ciudadanía, entonces, deja de ser un derecho y se convierte en una moneda de cambio geopolítica.

La genealogía como negocio

Mientras tanto, florece el negocio de gestores, traductores, genealogistas y abogados. Muchos ofrecen atajos mediante carpetas en Italia o naturalizaciones judiciales. Otros prometen conseguir turnos consulares a cambio de miles de dólares. ¿Se privatizó el acceso al derecho?

¿Dónde está la solidaridad ítalo-argentina?

Durante décadas, Argentina fue refugio de millones de italianos que escaparon del hambre, el fascismo o las guerras. Hoy, los nietos de esos inmigrantes encuentran las puertas cerradas. La retórica de la hermandad italo-argentina parece haberse transformado en un negocio consular, lento, excluyente y lleno de obstáculos absurdos.

¿Qué opciones quedan?

• Reclamos colectivos ante la Defensoría del Pueblo y Cancillería
• Iniciar vía judicial en Italia con abogado local
• Esperar más de una década para una cita consular

Todo mientras se acumulan los reclamos por discriminación de facto, por el simple hecho de haber nacido en el sur del mundo.

Un derecho con sabor a castigo

Lo que debería ser un puente con la historia familiar se convierte, para muchos, en una pesadilla burocrática. Y la pregunta sigue en el aire: ¿por qué Italia pone trabas a quienes solo reclaman lo que les corresponde por derecho?

Publicado por enorsai.com.ar - Agosto 2025