Un 2,5% que no cuenta toda la historia
La inflación en CABA fue del 2,5% en julio, pero según el economista Mariano Gorodisch, las cifras oficiales no reflejan el verdadero deterioro del bolsillo porteño. En los últimos 12 meses, el índice acumuló un 40,9%, con picos como el 18,1% en restaurantes y hoteles, pese a que la temporada invernal fue floja en demanda.
“Es una inflación un tanto mentirosa”, advirtió Gorodisch en Radio Con Vos, señalando que el índice nacional aún no pondera completamente el peso de los servicios en el gasto familiar. Mientras tanto, los salarios están bajo un férreo control gubernamental que impide que las paritarias acompañen el ritmo de los precios.

El cepo salarial y la caída del consumo
De los 12 gremios más importantes —incluyendo comercio, metalúrgicos, construcción y camioneros— solo Esmata logró superar la inflación, según un informe de Sinopsis. El resto perdió poder adquisitivo, golpeando de lleno al consumo interno.
La caída del empleo en la construcción es particularmente grave. Con la obra pública prácticamente paralizada, miles de trabajadores y pequeñas empresas privadas que dependen de esos proyectos se quedaron sin ingresos.
Créditos al borde de la usura
Mientras el consumo se desploma, acceder al crédito se volvió casi imposible. Las tasas de los préstamos personales alcanzan un costo financiero total cercano al 300% anual, lo que significa pagar hasta cuatro veces el monto recibido.
Incluso para empresas, financiarse con adelantos en cuenta corriente implica un costo del 100% anual. “A estas tasas no te conviene tomar un crédito, salvo que lo necesites por pocos días”, advirtió Gorodisch.
La trampa financiera detrás de la “estabilidad” del dólar
El Banco Central duplicó los encajes bancarios, obligando a las entidades a inmovilizar más fondos. Esto llevó a un aumento de las tasas de plazos fijos —que llegaron al 40%— y a un freno en la venta de dólares. Pero el costo fue cortar de cuajo la financiación para pymes y hogares.
Las tarjetas de crédito, lejos de fomentar el consumo, se convirtieron en un mecanismo de refinanciación de deudas crecientes. Según la consultora Empiria, el 19% del presupuesto familiar se destina hoy al pago de cuotas bancarias.
El círculo vicioso del ajuste
La estrategia de mantener bajos los salarios para contener la inflación tiene efectos contraproducentes. Menos ingresos significan menos consumo, menor recaudación y más recesión. “Si le pagás un poco más al jubilado, va a gastar más y el Estado va a recaudar más”, recordó el economista.