
La prensa opositora no encuentra respuestas para los dilemas de campaña que se le presentan a Patricia Bullrich frente a Javier Milei, sobre quien además oscila entre expresiones críticas más o menos severas y otras bastante suaves, mientras denota la desorientación que crean en la derecha las expresiones de simpatía de Mauricio Macri con el economista autodenominado libertario.
Hugo Muleiro // Lunes 21 de agosto de 2023 | 22:12
(Por Hugo Muleiro) Entre Clarín y La Nación hay notas que sostienen que Macri quiere ayudar a Bullrich y hay otras que dicen que la está complicando. En particular, La Nación le dio volumen desmesurado a las aclaraciones de allegados al ex presidente que rechazaron el anuncio de Milei, sobre un nombramiento en su hipotético gobierno.
Más aún, Morales Solá quiere ayudar a la coalición opositora con una interpretación de declaraciones del jefe del PRO: no lo elogió en particular a Milei, publicó el domingo 20, sino que solamente celebró que el conjunto de los votos hacia la derecha expresan un triunfo sobre el peronismo, algo por cierto muy difícil de negar.
Pero, de fondo, hay todavía confusión editorial tras las PASO, más allá del propósito inamovible de propiciar de todas las formas posibles la derrota del oficialismo en octubre.
Una evidencia la dio Morales Solá: el miércoles 16 escribió que la economía es “el único tema del que el candidato libertario habla con solvencia”. El domingo 20 giró por completo, se olvidó de aquella “solvencia” y le reprochó el proyecto de dolarización, que demuestra que ni siquiera leyó la Constitución Nacional.
Las críticas al ultraderechista nunca van a fondo. Kirchsbaum, jefe de redacción de Clarín, le reprochó el lunes 14 sus mensajes de “tono extremo”. Al día siguiente, en el mismo diario, Roa le atribuyó “ideas lunáticas”. Son palabras que parecen duras pero no avisan que el plan económico de Milei va directo a profundizar la concentración de la riqueza, a dejar al país a merced del capitalismo financiero y a entregar sin condiciones los recursos naturales, mediante la pulverización del Estado y su capacidad regulatoria.
¿Será acaso que al “amigo Héctor” y al sector que defiende y representa este modelo no le sienta tan mal?
El domingo 20, La Nación encontró progresos en el economista. Dice que en el raid mediático que en 72 horas incluyó 15 entrevistas, “no sufrió sobresaltos” y de hecho, “recibió un tratamiento de futuro presidente”. Casi un mea culpa, ya que varias de esas entrevistas fueron en medios que forman coalición contra el peronismo. Esta nota, firmada por Liotti, va bien a fondo cuando expresa que Milei “encarna una agenda que ya no podrá ser desatendida” y que comprende -no podía fallar- el rol del Estado.
Los pronunciamientos reiterados contra la dolarización, que emanan del oficialismo pero también de muchas otras fuerzas y sectores, como sindicatos y organizaciones sociales, no obtienen espacio en estas páginas. En cambio, sí hay despliegue para las críticas en Estados Unidos, por parte de economistas, inversores y afines.
Una nota de Clarín da detalles de contactos y guiños entre Milei y Macri. A pocas páginas de distancia, Van der Kooy va al revés: escribió que Bullrich no puede insistir en la pose de “brava” y “corajuda”, porque en esas no le puede ganar al economista. Y además, tiene que conseguir a los votantes de Larreta. Esa complejidad es lo que explica, escribió el columnista, “el auxilio rápido que Mauricio Macri prestó a la candidata”. Parece que ese “auxilio” es la módica desmentida que hicieron allegados a la oferta de nombrarlo “superembajador”, o cosa parecida.
Una parte del trabajo editorial se concentró desde el lunes 14 en la provincia de Buenos Aires porque, como escribió ese día Morales Solá, no se puede imaginar un gobierno nacional de la derecha, en cualquiera de sus variantes, con Kicillof como gobernador.
Esto explica que el martes Roa haya escrito que la reelección se puede discutir “por más plata que le manden”, y que Van der Kooy haya advertido que el gobernador ganó “por solo cuatro puntos”. También permite entender por qué los hechos de inseguridad en el Conurbano vaya automáticamente a las tapas con manipulaciones incluidas, como cuando La Nación publicó un “informe” sobre asaltos en cercanías de escuelas bonaerenses, sin mencionar hechos similares alrededor de las porteñas.
Cada asesinato en el Conurbano va a la portada de Clarín, como ocurrió otra vez el lunes 21, sin que haya a la vista acciones del gobierno bonaerense para enfrentar esta secuencia angustiante y tan rendidora en las urnas, como ya escribió Van der Kooy.
Otra parte se sirve de la situación económica. Como si la inflación y el retroceso continuado de los salarios no alcanzaran, estos medios ya empujan por otra devaluación. Lo hizo expresamente Lanata, el sábado: el capo de un “poderoso fondo”, poderoso pero sin nombre, le dijo en Nueva York que la devaluación debió ser del 50 por ciento. También “un director” del BCRA, director pero sin nombre: “Falta una devaluación más”.
El tratamiento quirúrgico para Macri, cuya protección editorial requiere malabares muy esforzados, obligó a otra proeza de estos medios: simplemente censuraron la frase en la que defendió a Bullrich respecto de la muerte de Santiago Maldonado y, para insistir en la tesis del ahogamiento, dijo que los ríos patagónicos “no son para cualquier salame distraído”.
¿Cuáles serán las diferencias de fondo que los medios opositores quieren encontrar entre Macri y Milei?
(Reseña de Hugo Muleiro)