No hay indicio o prueba alguna, ni el más mínimo, sobre la existencia de un complot

El grupo de fiscales ordenados por la procuradora, Alejandra Gils Carbó, para que investiguen las supuestas agresiones y el plan desestabilizador contra Macri fue contundente. En la elaboración de la investigación determinaron que el plan para atacar al mandatario sencillamente no existió. Solo se trató de una victimización mediática.

El único identificado por la única piedra que recibió el auto de Macri fue un joven de 16 años que se presentó a tribunales acompañado de sus padres. Y que los fiscales, Mónica Cuñarro, Alejandro Cantaro y Marcelo Molina, no le encontraron filiación partidaria alguna.

Además, el juez que encargado de la investigación ordenó realizar tareas de espionaje contra una organización política. Algo que es ilegal y por lo que se ganó varios cuestionamientos del grupo de fiscales, relata el diario Página 12.

Pero quien también se ganó varias críticas fue la propia Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por el insólito operativo de seguridad para proteger al Presidente. Es que incluso desde jefe de la Casa Militar, encargado de la supervisión de los operativos de protección del Jefe de Estado, cuestionó todo el operativo.

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— En Orsai (@EnOrsai) 4 de octubre de 2016

No existe “indicio o prueba alguna, ni el más mínimo, sobre la existencia de un complot, conspiración, sedición, plan armado o siquiera mínima estrategia colectiva para atacar, amenazar, incitar a la violencia, intimidar o de cualquier otro modo poner en riesgo cualquiera de los bienes jurídicos tutelados respecto a la vida, salud o libertad ambulatoria o de determinación del Presidente y mucho menos un desestabilización estatal. Lo mismo rige para la gobernadora María Eugenia Vidal”, sostienen los fiscales.