
El premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, comunicó su postura para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del próximo 22 de noviembre. Para el militante por los Derechos Humanos anunció su voto a Scioli con fuertes críticas al macrismo.
Pep - Redacción En Orsai // Lunes 09 de noviembre de 2015 | 08:12
Si hay algo que se puede decir de Pérez Esquivel es que no se trata de una figura que represente a un organismo afín al Frente Para la Victoria (FPV). Su militancia y sus criticas en estos 12 años siempre marcaron que no se trata de alguien afín al oficialismo nacional.
Sin embargo, en las últimas horas el Premio Nobel de la Paz anunció que votará por Daniel Scioli en el ballotage.
“En este ballotage se confrontan dos modelos de gestión diferentes: uno con un Estado que busca estar cada vez más presente en la economía y haciendo prioridad en las políticas sociales, y otro que quiere dejar todo librado al mercado y el destino de millones de argentinos atado al mandato de los consultores externos”, indica el comunicado de Pérez Esquivel.
Una de las cuestiones que destaca el titular de la SERPAJ consideró de vital importancia que “sólo uno de los candidatos habla de integración regional latinoamericana. Sólo uno dice que hay que fortalecer el MERCOSUR, La UNASUR y la CELAC y los futuros proyectos como el BANCO SUR”. En una clara referencia al candidato del FPV.
"Frente a esta situación que vive el país soy un 'pesimista-esperanzado' y creo que no estoy solo, que hay muchos compatriotas en la misma situación, que están dispuestos a buscar y votar lo mejor posible, en esta elección o en la que viene. Por eso voy a votar a Daniel Scioli con los compromisos que ha tomado”, afirmó.
Pero también lanzó fuertes criticas al macrismo: “El PRO apoyó todo lo malo y se opuso a todo lo bueno en todos estos años. Un gobierno nacional no puede golpear y expulsar a los indigentes como hizo la UCEP en la ciudad, reprimir dentro de hospitales como lo que ocurrió en el Borda, aumentar la mortalidad infantil siendo un distrito rico, convertirse en agente de empresas trasnacionales inmobiliarias, decir que los derechos humanos son “un curro”, cuadruplicar la deuda externa como hizo en la CABA, ni aislarnos de nuestros hermanos latinoamericanos, perjudicando el imprescindible proceso de unidad regional de cara al mundo”.