
Freelancers, plataformas y arbitrajes de tipo de cambio: cómo una generación digital aprendió a ganarle al sistema
En Orsai // Jueves 22 de mayo de 2025 | 08:58
Mientras el Gobierno ajusta, los sueldos se pulverizan y el dólar se dispara, miles de argentinos encontraron una salida por la puerta trasera del capitalismo financiero: cobrar en PayPal, girar sus dólares al mejor postor y vivir del arbitraje. No es ilegal, no es nuevo, pero ahora es viral. Y si sabés cómo hacerlo, puede significar el doble o triple de un sueldo promedio.
En un país donde el dólar es religión, tener saldo en PayPal se ha convertido en algo más que una herramienta para cobrar trabajos freelance: es directamente una fuente de ingresos paralela. Lejos de ser un truco de gurúes del marketing o promesas vacías de influencers, este fenómeno está basado en una lógica económica tan simple como brutal: el tipo de cambio oficial en Argentina está divorciado de la realidad.
Hoy, cientos de miles de personas cobran por tareas digitales —diseño, programación, traducción, redacción, edición de video, atención al cliente— a través de plataformas como Fiverr, Upwork, Freelancer.com, Workana o PeoplePerHour, y transforman esos ingresos en pesos mediante la venta de sus dólares PayPal a particulares, redes P2P o plataformas no reguladas.
“Con cuatro trabajos por mes como editor de video, hago 500 dólares. Los cambio por USDT o los vendo por PayPal a 1.200 el dólar, y ya tengo $600.000 por mes. Nadie me controla, no necesito monotributo, no facturo, no declaro. ¿Está mal? No lo sé. ¿Está permitido? Tampoco lo sé. Pero vivo de esto”, cuenta Santiago, 27 años, que vive en Rosario y cobra a clientes en España y México.
Los números cierran. El dólar oficial en bancos ronda los $950 (con impuestos), pero en el mercado informal o vía cripto puede llegar a $1.200 o más, dependiendo la urgencia del comprador. La diferencia no es menor: por cada 1.000 dólares que un freelancer cobra, puede obtener $1.200.000 en mano si sabe mover su dinero por los caminos correctos.
Y lo mejor: es inmediato. Muchos argentinos, incluso sin ser freelancers, simplemente compran dólares en PayPal a $800 y los revenden a $1.150 o más. Arbitrando tipo de cambio. Sin moverse de su casa. Sin jefes. Sin AFIP.
Hay tres caminos posibles:
Venta P2P en grupos de Telegram o Discord, donde particulares compran y venden saldo PayPal a mano, con reputación verificada.
Plataformas de intercambio P2P como Airtm o Paxful, donde se puede ofrecer PayPal a cambio de criptomonedas o transferencias en pesos.
Redes informales en foros o grupos cerrados de Facebook, Reddit, incluso MercadoLibre (bajo disfraces creativos).
Los márgenes de ganancia dependen de la urgencia de la otra parte. Hay quienes venden a $950 el dólar para hacerlo más rápido, y hay quienes esperan días para obtener más de $1.200. Algunos aceptan trueques por gift cards, tarjetas virtuales o saldo de MercadoPago.
“El negocio está en que el dólar oficial no te deja traer tu plata. Si vos cobrás en Upwork, te obligan a usar Payoneer o bancos que te liquidan a dólar tarjeta. Pero si te pagan directo a PayPal, podés moverlo. El truco es no pasarlo a cuenta bancaria nunca. Ahí te lo pesifican a precio de regalo.”
Ahí entra el gris. PayPal no opera formalmente en Argentina para retirar fondos a bancos, pero no impide usar su plataforma para enviar y recibir dinero. AFIP y el BCRA no pueden rastrear esos movimientos salvo que el usuario los declare voluntariamente.
Muchos freelancers directamente se abren una cuenta en Estados Unidos vía servicios como Payoneer o Wise, cobran ahí y se manejan con tarjeta internacional, sin pasar nunca por la economía argentina.
Los que van más lejos, usan VPNs, cuentas en el exterior, exchanges descentralizados, e incluso se bancarizan en Uruguay o Paraguay. No es lavado, no es evasión masiva, pero es una economía digital paralela que crece sin freno.
El ajuste brutal del gobierno de Javier Milei, la licuación de sueldos, el congelamiento de tarifas combinado con inflación, y la falta de oportunidades reales hicieron que miles de jóvenes salten del sistema.
Ya no se trata de buscar trabajo: se trata de esquivar el sistema financiero argentino, y sobrevivir con astucia.
Un empleado administrativo promedio cobra $400.000. Un freelancer sin título, sin jefe y sin obligaciones puede duplicar eso con trabajos en inglés por 2 horas diarias. “El mejor rebusque es el dólar digital”, dicen en Twitter.
Y eso, el gobierno no lo ve venir.