DESBASTADOR

El ajuste brutal que golpea a los yerbateros: “Milei nos mató”

La caída del ingreso de los pequeños productores de yerba mate llega al 80% mientras los supermercados venden a precios inflados. La desaparición del Instituto Nacional de la Yerba Mate y el abandono estatal complican aún más la situación. "La solución es un paro: no entregar más yerba", advierte Bárbaro.

El ajuste brutal que golpea a los yerbateros: “Milei nos mató”

Redacción EnOrsai // Sábado 23 de noviembre de 2024 | 07:56

Desreguló el mercado y profundizó la crisis en el sector

El sector yerbatero en Argentina, un símbolo de la economía regional y sustento de miles de familias, enfrenta una crisis sin precedentes bajo el gobierno de Javier Milei. Héctor ‘Cacho’ Bárbaro, productor yerbatero y referente en Misiones, dejó en claro la gravedad de la situación en una entrevista con Andrea Recúpero en AM530. Sus declaraciones son un testimonio contundente del abandono estatal y la voracidad del mercado desregulado: “El ingreso al productor bajó casi un 80%. Milei nos mató”.

La yerba mate, elemento central en la cultura nacional, está sufriendo una profunda descomposición en su cadena de valor. Bárbaro detalla cómo el precio que reciben los productores por su trabajo es insignificante frente a los costos de producción: “Producir yerba no es fácil, hay gente humilde que tiene que trabajar mucho para ganar su plata del día”. Según él, el precio justo del kilo de yerba en el secadero debería rondar entre 400 y 500 pesos, pero la realidad es muy distinta. Los intermediarios y las grandes empresas del sector continúan enriqueciéndose, mientras que los pequeños productores apenas sobreviven.

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El desmantelamiento del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) bajo las políticas desregulatorias de Milei fue otro golpe letal para el sector. El INYM era una herramienta fundamental para regular el mercado, garantizar precios justos y proteger a los pequeños productores. “Este gobierno desreguló y aprovecharon los grandes de siempre”, afirma Bárbaro, subrayando cómo la desaparición del instituto dejó a miles de familias a merced de los oligopolios.

 

Desconexión con la realidad económica

La crisis yerbatera no es un caso aislado; es el reflejo de un modelo económico que privilegia a los sectores más poderosos y abandona a los más vulnerables. Bárbaro fue contundente al criticar la falta de sensibilidad del gobierno de Milei ante la pobreza y el hambre: “Es un gobierno que no mira lo que pasa en los barrios, en las villas y en las chacras”.

En un contexto de inflación galopante, los productores yerbateros enfrentan la paradoja de vender su producto a precios irrisorios mientras los consumidores lo pagan a cifras exorbitantes en los supermercados. “Los números en el supermercado son otros, la guita a la gente no le alcanza”, señala Bárbaro. Este desfase no solo afecta a los productores, sino también al bolsillo de la clase media y los sectores populares.

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Además, las políticas económicas del gobierno han golpeado a los jubilados con aumentos insuficientes que no alcanzan para cubrir necesidades básicas. “Caputo, Sturzenegger y Milei viven en una burbuja, creen que con un aumento de $6500 los jubilados pueden vivir”, critica el productor, cuestionando el alejamiento de las autoridades de la realidad cotidiana.

 

Una solución extrema: el paro yerbatero

Ante el abandono estatal y la inacción oficial, Bárbaro propone una medida radical: “La solución al conflicto es un paro y que los productores no entreguen más la yerba”. Esta propuesta, aunque extrema, evidencia la desesperación de un sector que se siente traicionado por el gobierno y sin herramientas para enfrentar la crisis.

La movilización de los pequeños productores podría ser el único camino para visibilizar el conflicto y presionar por políticas que reviertan el colapso del sector yerbatero. Sin embargo, la pregunta es si el gobierno de Milei, con su marcada orientación hacia el ajuste y la desregulación, tiene la voluntad política de escuchar estos reclamos.

La realidad es que mientras las familias yerbateras se empobrecen, las grandes empresas acumulan ganancias récord gracias a la liberalización del mercado. El costo de esta crisis no solo lo pagan los productores, sino también el consumidor final, que enfrenta precios abusivos en un contexto de caída del poder adquisitivo.

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La crisis del sector yerbatero bajo el gobierno de Javier Milei es un microcosmos de los efectos devastadores de las políticas de ajuste y desregulación en la Argentina. Las palabras de Héctor Bárbaro, cargadas de indignación y desesperación, son un llamado urgente a repensar un modelo económico que, lejos de generar prosperidad, está destruyendo a los pequeños productores y empobreciendo al país.

El futuro de la yerba mate, y de las miles de familias que dependen de ella, depende de decisiones políticas que prioricen el trabajo genuino y los derechos de los más vulnerables por sobre los intereses de los grandes grupos económicos.

 

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