
El economista cuestionó la política en materia tarifaria y subrayó que aún no se pudo levantar el cepo ni abrir el comercio.
Por Portal de Noticias // Miercoles 12 de junio de 2024 | 09:39
El economista Carlos Melconian criticó la política económica del Gobierno nacional y refutó el relato optimista sobre la recuperación de la actividad al afirmar que “es mentira que lo peor ya pasó”.
“Se creó una ansiedad de que lo peor ya pasó y es mentira”, afirmó el ex referente económico de la actual ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
En una entrevista televisiva, Melconian cuestionó que se mantienen los controles cambiarios y al comercio exterior, al tiempo que dejó una velada crítica a la falta de equipo de la actual administración.
“No se levantó el cepo ni hay política cambiaria abierta para abrir el comercio”, enfatizó el economista.
“¿Por qué tenemos un lío? Porque una cosa son los slogans, que yo acompaño mayoritariamente: es excitante e interesante escuchar que el ajuste lo pagan los ñoquis, pero tenés que hacer el estudio previo y tener un equipo de gente. Hay que hacer las cosas porque después hay un ‘efecto desilusión’”, afirmó.
Melconian sostuvo: «El objetivo debe decir ‘mi objetivo es la inflación’ sin exageraciones de ‘sobre-cumplimientos’”.
En ese sentido, señaló que “se creó ansiedad tributaria, cambiaria e impositiva de que lo peor ya pasó… ¡y es mentira!”.
Además, justificó esa posición en que “hubo aumentos de luz, gas y colectivos y el subsidio es 1,5 del PBI, igual que en el mejor momento de Macri en el 2018”.
Mientras el gobierno celebra cifras infladas de “desaceleración” económica, más de un millón de niños y niñas en la Argentina no acceden ni a comida, ni a salud, ni a educación. La pobreza se vuelve irreversible cuando el Estado desaparece.
El gobierno de Milei avanza con el remate de terrenos públicos destinados a la ciencia y la producción agropecuaria. Lo que llaman “ajuste” es, en realidad, una privatización encubierta que favorece a desarrolladores inmobiliarios y al agronegocio concentrado. Las 100.000 hectáreas del INTA, en la mira.