(Por Guillermo Carlos Delgado Jordan) Sorprendió a varios, en el breve mensaje tras los comicios, el cariñoso saludo que tuvo Javier Milei con un desconocido para las mayorías, Santiago Caputo, alguien al que calificó como el «verdadero arquitecto» de su victoria y al que puso a «la altura» de su hermana, Karina, «la Jefa», que en el escalafón del nuevo elegido es -así la ha calificado- «El Mesías».

Lo primero que resuena del «arquitecto» es su apellido: Caputo. Y sí, como no podía ser de otra manera, es miembro de la familia que tiene entre sus nombres más destacados a «Nicky», el hermano del alma de Mauricio, a «Toto», el Champion League que endeudó a la Argentina por cien años, y a los hermanitos de «Caputo Hermanos«, Hugo, Flavio y Rossana, los mismos que financiaron con unos 7 millones de pesos a la «carpintería» de Jonathan Morel, el de Revolución Federal, por unos trabajos no del todo claros, mientras el «carpintero» jugaba a prender hogueras y hacer guillotinas donde pedía que fuera a parar la cabeza de Cristina Kirchner días antes del fallido atentado.

Pero todo esto es parte de una causa que, vistos los resultados eleccionarios del pasado domingo, pronto conocerá el polvo que atesoran los cajones de la justicia, tan afecta a inclinar su balanza de acuerdo a los vaivenes de la política. Digamos, nada más, que «el arquitecto» Santiago es hijo de Claudio Alejandro Gustavo Caputo, fallecido hace unos meses y primo segundo de todos estos Caputo, famosos por danzar siempre cerca de la derecha argentina, representada hoy día por la figura de Mauricio Macri.

Claudio Alejandro Gustavo Caputo fue escribano y, en septiembre de 2017, fue electo presidente del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires.

Claudio Alejandro Gustavo Caputo

Segundo hijo de Claudio fue Santiago, codirector de la consultora Move, la cual presta diferentes servicios de asesoría, tanto del diseño de campañas, como de manejo de cuentas institucionales y de figuras políticas, y que en 2021, supo ganarse la confianza de Javier Milei y construyó su figura. Antes de eso, dato no menor, venía de ser discípulo de Jaime Durán Barba.

En junio de este año Claudio, el papá del «arquitecto», falleció. Más allá de los respetuosos saludos de los primos «Caputo» famosos y de los amigos del Country Martindale, un sentido mensaje le dejó en su obituario un escribano, Gonzalo Fernández Ferrari quien «con mucha tristeza, despide a quien fuera su guía y amigo íntimo de su padre José María».

El dicho José María, amigo íntimo del padre del «arquitecto», también fallecido, no es otro que José María Fernández Ferrari, el hombre que «armó» el famoso «Fideicomiso Ciego» de Mauricio Macri, el que utilizó durante su presidencia para lavar su imagen (y otras cosas) y en el cual la Inspección General de Justicia (IGJ) le encontró numerosas irregularidades, detectándose transferencias ilegales por más de 54 millones de pesos a Macri durante su presidencia de una sociedad en la que tenía acciones Juliana Awada, su esposa.

Pero con el nuevo gobierno, estas cosas quedarán también en la impunidad del olvido, mientras los votantes de Milei, con el gran apoyo «y desinteresado gesto patriótico de Mauricio Macri», gritan desaforados que «la casta tiene miedo».