PARALIZADOS

Mala Gestión Energética: El país se queda sin GNC mientras las industrias deben paralizar su producción

El desabastecimiento de GNC paraliza estaciones de servicio e industrias en Argentina. El caos energético se extiende tras la fallida compra de GNL a Petrobras y la inacción del gobierno de Javier Milei.

Mala Gestión Energética: El país se queda sin GNC mientras las industrias deben paralizar su producción

Santiago Ríos // Miercoles 29 de mayo de 2024 | 11:40

(Por Santiago Ríos)El desabastecimiento de GNC en Argentina ha desatado una crisis que afecta tanto a consumidores individuales como a grandes industrias. La situación, que comenzó a sacudir la provincia de Córdoba, se ha extendido rápidamente a Santa Fe, La Rioja, Catamarca y Buenos Aires, con un impacto que podría durar al menos hasta el sábado. La decisión de la estatal Enarsa de priorizar el gas para el consumo domiciliario en plena temporada invernal, junto con la suspensión de las obras del Gasoducto Néstor Kirchner por el gobierno de Javier Milei, ha desencadenado un caos sin precedentes en el suministro de gas natural comprimido.

La crisis se profundizó cuando Enarsa intentó adquirir GNL (Gas Natural Licuado) de Petrobras para mitigar la escasez, pero la operación fracasó debido a la incapacidad de documentar la transferencia de 22 millones de dólares, lo que impidió la descarga del fluido. Este fallo crítico ha dejado a miles de automovilistas y empresas sin suministro, poniendo en evidencia la fragilidad y mala administración del sistema energético bajo la gestión de Milei.

Oscar Olivero, vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC, confirmó que "las estaciones estarán cerradas" durante al menos 48 a 72 horas debido a una orden de corte total emitida de madrugada. Esta medida ha sido descrita como "necesaria" frente al aumento abrupto del consumo de gas residencial, exacerbado por las bajas temperaturas. La suspensión afecta gravemente a ciudades clave como La Plata, Mar del Plata y diversos puntos del Área Metropolitana de Buenos Aires y el interior bonaerense, donde las estaciones de servicio ya han comenzado a cerrar.

El impacto no se limita a los automovilistas. Más de 100 grandes industrias en el norte de Buenos Aires, el sur de Santa Fe, Córdoba y Mendoza han sido notificadas para interrumpir el uso de gas. Empresas petroquímicas, petroleras, cerealeras y agroindustriales enfrentan ahora un paro en su producción debido a la falta de suministro. Litoral Gas, una de las principales distribuidoras, declaró una situación de fuerza mayor, instando a sus clientes industriales a cesar el consumo de gas de inmediato.

 

 

El trasfondo de esta crisis revela un patrón de ineficiencia y negligencia por parte del gobierno de Milei. La semana pasada, el gobierno se vio obligado a licitar de urgencia la adquisición de 12 cargamentos de fueloil y gasoil, intentando desesperadamente asegurar el suministro energético. Sin embargo, la fallida compra de GNL de Petrobras, frustrada por la falta de documentación de pago, ha dejado al país en una situación de vulnerabilidad crítica.

Daniel Montamat y Emilio Apud, exsecretarios de Energía, han señalado que la demora en la finalización del Gasoducto Néstor Kirchner es un factor clave en esta crisis. Este gasoducto permitiría transportar el doble de gas desde Vaca Muerta, satisfaciendo tanto la demanda residencial como la industrial. La inacción del gobierno ha dejado esta infraestructura crucial incompleta, exacerbando los problemas de suministro.

El Secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, intentó desviar la responsabilidad, culpando al gobierno anterior por la reducción de importaciones de gas justo en invierno. Sin embargo, sus declaraciones no logran ocultar la falta de previsión y gestión efectiva de la administración actual. Rodríguez Chirillo mencionó también una deuda heredada con Bolivia y los costos adicionales que esto ha generado, pero estos argumentos no mitigan la realidad de un sistema energético colapsado.

La crisis energética ha dejado al descubierto las debilidades estructurales y la falta de capacidad de respuesta del gobierno de Milei. En medio de una intensa ola de frío, la imposibilidad de asegurar el suministro de gas ha generado incertidumbre y parálisis económica. La situación en el norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe es especialmente grave, con más de 100 industrias grandes obligadas a interrumpir sus operaciones. La falta de gas afecta no solo a las industrias con contratos interrumpibles, sino también a aquellas que pagan más caro para evitar cortes, una señal de la profundidad del problema.

La falta de gas no es solo un problema logístico, sino una manifestación de la ineficacia y la falta de planificación del gobierno. La crítica situación energética requiere no solo soluciones inmediatas, como la reactivación de la compra de GNL y la aceleración de las obras del Gasoducto Néstor Kirchner, sino también una revisión profunda de las políticas energéticas nacionales. La capacidad de respuesta y gestión del gobierno de Milei está siendo puesta a prueba, y hasta ahora, los resultados son alarmantes.

La crisis del GNC en Argentina es un claro ejemplo de cómo la mala gestión y la falta de previsión pueden llevar a una nación a una situación de emergencia energética. La administración de Javier Milei ha demostrado ser incapaz de manejar eficazmente los recursos y necesidades del país, poniendo en riesgo no solo la movilidad de los ciudadanos, sino también la operatividad de las industrias que son vitales para la economía nacional. Es imperativo que se tomen medidas correctivas de manera urgente para evitar que la situación se deteriore aún más.

Fuentes:

https://www.pagina12.com.ar/740552-falta-de-gnc-cierran-estaciones-de-servicio-y-cortan-el-sumi

https://www.tiempoar.com.ar/ta_article/inaccion-oficial-mas-de-100-grandes-industrias-se-quedaron-sin-gas/

 

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