Javier Milei, presidente electo sin un equipo económico preparado, ha desplegado una serie de lineamientos que, según advierten analistas, podrían llevar a un ajuste regresivo y desigual. La improvisación en la formación de su equipo económico es alarmante, siendo liderado por Luis Caputo, un financista sin formación para la gestión de políticas económicas.

El programa propuesto por Milei refleja un ajuste regresivo aplicado en épocas pasadas, solo que en esta ocasión se promete con mayor rigor. Este enfoque, que incluye recortes en subsidios, paralización de obra pública y reducción de transferencias a las provincias, genera preocupación sobre su impacto en la mayoría de la población.

La visión ultraortodoxa de Milei plantea un escenario de estanflación y un fuerte ajuste fiscal que podría llevar al país a una crisis económica sin precedentes. Esta postura, con un énfasis en la obsesión fiscalista y la miopía monetarista extrema, sugiere un sacrificio socioeconómico innecesario e injusto para una población ya golpeada por años de crisis económica.

La elección de figuras como Luis Caputo y Santiago Bausili, vinculados al mundo financiero y con antecedentes polémicos, ha suscitado críticas y cuestionamientos sobre el futuro del manejo económico. Bausili, candidato a presidente del Banco Central, enfrenta una causa judicial por su desempeño previo y su relación con entidades financieras, lo que genera preocupación sobre posibles conflictos de interés en su gestión.

El desembarco de este equipo, vinculado estrechamente al mundo de las finanzas, plantea una serie de incertidumbres y dudas sobre las políticas que se implementarán. La conformación de este equipo de poder económico se revela como un proceso plagado de controversias, que despierta inquietudes sobre el rumbo económico que adoptará el próximo gobierno de Milei.