En un proyecto secreto de envergadura, Argentina celebraba hace cuatro décadas un avance histórico en su trayectoria científica, marcando su ingreso al selecto grupo de naciones con dominio en tecnología nuclear. El logro enriqueciendo uranio a nivel nacional impulsó la independencia energética y expandió fronteras tecnológicas, generando un efecto multiplicador en diversos sectores.
Redacción EnOrsai // Viernes 17 de noviembre de 2023 | 06:31
Hace exactamente 40 años, el 18 de noviembre de 1983, Argentina anunciaba un hito trascendental: el dominio del ciclo del combustible nuclear en el país. Este logro, alcanzado en Pilcaniyeu, cerca de Bariloche, marcó un paso crucial hacia la soberanía en el ámbito energético y una posición destacada en la esfera internacional de la tecnología nuclear.
El éxito de este proyecto, llevado a cabo por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) e Invap, enfrentó restricciones y presiones externas, pero sentó las bases para la exportación de reactores nucleares, así como para el desarrollo de tecnologías de punta, incluyendo satélites y radares.
El programa de enriquecimiento de uranio, iniciado en 1978 por un grupo de científicos de CNEA e Invap, contó con el impulso de figuras clave como Carlos Castro Madero, quien entendió la importancia estratégica de dominar completamente el ciclo del combustible nuclear para el país.
El proyecto no estuvo exento de desafíos. La falta de acceso a tecnologías y la necesidad de mantenerlo en secreto, incluso dentro del propio país, demandaron una titánica labor. La construcción de diez plantas industriales y el desarrollo de tecnologías previas complejas fueron solo algunas de las etapas del proceso.
El hito se materializó en julio de 1983, justo antes de la asunción presidencial de Raúl Alfonsín. Para evitar sanciones internacionales, el Gobierno decidió hacer público el logro el 18 de noviembre de ese año, demostrando la capacidad autónoma del país en el ciclo completo de la energía nuclear.
Este proyecto histórico subraya lo que los argentinos pueden lograr con claridad de objetivos, continuidad en las acciones y el apoyo adecuado. Es un recordatorio del potencial científico y tecnológico del país cuando se unen esfuerzos hacia un objetivo común.