Se desarrolló un evento en la Legislatura porteña que buscó rendir homenaje a las víctimas del terrorismo, pero que una parte significativa de la sociedad consideraba que, en realidad, se trataba de un intento de negar los crímenes de la dictadura y de reivindicar la falsa "teoría de los dos demonios". Se considera que el objetivo principal de la convocatoria de Villarruel es "blanquear" a los genocidas y atacar a los organismos de derechos humanos.
Osvaldo Peralta // Martes 05 de septiembre de 2023 | 06:35
(Por Osvaldo Peralta - @OPeraltaOk) Se llevó a cabo una manifestación de gran envergadura alrededor de la Legislatura porteña. Este acto de protesta fue una respuesta contundente al homenaje negacionista organizado por Victoria Villarruel, candidata a vicepresidenta por La Libertad Avanza (LLA). El edificio legislativo se encontraba fuertemente vallado y bajo la vigilancia de agentes de la policía de la Ciudad, en previsión de posibles tensiones.
Los participantes de la manifestación eran variados en su origen y afiliación. Familiares de víctimas de la dictadura militar, militantes de distintas corrientes políticas y sociales, vecinos y representantes de numerosas organizaciones de derechos humanos se unieron en una muestra de rechazo a la convocatoria de Victoria Villarruel. Los lemas de la protesta eran claros y directos, con carteles que rezaban "No homenajeamos asesinos".
La convocatoria negacionista había sido promovida por la propia Villarruel y su colega legisladora porteña Lucía Montenegro, junto con varios disertantes. Se argumentaba que el evento buscaba rendir homenaje a las víctimas del terrorismo, pero una parte significativa de la sociedad consideraba que, en realidad, se trataba de un intento de negar los crímenes de la dictadura y de reivindicar la "teoría de los dos demonios".
El clima de la manifestación estuvo marcado por la tensión y la indignación. Los manifestantes no solo coreaban consignas, sino que también intentaron superar las vallas que rodeaban la Legislatura. A medida que avanzaba la tarde, algunos lograron ingresar al recinto legislativo.
Antes de que Victoria Villarruel llegara (con una hora de demora) a la Legislatura, alguien empezó a silbar; alguien más, a caminar; se volvió ronda.
— Soledad Vallejos (@SoleVallejos) September 4, 2023
Uno de los asistentes a la charla dio un paso y dijo no tan bajito “hijos de puta”; alguien lo contuvo.#MemoriaVerdadYJusticia pic.twitter.com/ke7YVYLhHD
Los carteles y consignas eran elocuentes: "Nunca Más", "El único lugar para un genocida es la cárcel", "Campo de Mayo no más refugio de genocidas", "Memoria, Verdad y Justicia", y "Fue genocidio" eran algunos de los mensajes que se exhibían, junto con fotografías y nombres de los familiares detenidos-desaparecidos.
Silvia Márquez, compañera de Juan Carlos "Negrito" Martínez, un militante de la Juventud Peronista secuestrado y desaparecido en 1976, expresó su rechazo a lo que consideraba una reivindicación de la "teoría de los dos demonios". Destacó que, después de 40 años de democracia, no se podía permitir que se intentara resucitar esa teoría y que estaban allí para decir "basta con este tipo de insultos".
Otra voz en la protesta fue la de la esposa de Eduardo Miguel O' Neill, un médico neurólogo detenido desaparecido en 1977. Ella recordó los esfuerzos por encontrar a su esposo y cómo la justicia finalmente logró condenar a los responsables de los crímenes. Destacó que los genocidas a los que Villarruel reivindicaba nunca habían revelado el destino de los desaparecidos y que estaban tras las rejas gracias al sistema judicial.
La manifestación contó con un amplio respaldo de diversos sectores sociales y políticos. El secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, reflexionó sobre la importancia de la movilización en respuesta a un acto que buscaba tergiversar la historia y humanizar a los genocidas. Subrayó que los desaparecidos no fueron terroristas, sino revolucionarios que lucharon por la democracia.
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— En Orsai (@EnOrsai) September 4, 2023
El diputado nacional y secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, también se unió a la protesta y lamentó que se intentara reivindicar el terrorismo de Estado en la sede de la democracia en la Ciudad de Buenos Aires. Consideró que era un ataque a la memoria, la verdad y la justicia logradas por el pueblo argentino en la lucha contra la dictadura.
Desde los movimientos sociales, Eduardo Belliboni, del Polo Obrero, enfatizó que estaban repudiando un acto de defensa del genocidio y alertó sobre la posible implementación de un plan económico represivo. Argumentó que quienes convocaban al acto estaban enviando un mensaje a los militares y las fuerzas de seguridad para reprimir a los trabajadores que se oponían a las políticas de ajuste.
Miriam Bregman, diputada nacional y candidata presidencial del FIT, señaló que la candidata Villarruel pretendía la impunidad de los genocidas bajo la fachada de apoyar la "memoria completa". Enfatizó que la verdad siempre estuvo en manos de los genocidas y que la memoria se defendía en las calles y a través de los juicios.
Dentro de la Legislatura, Victoria Villarruel continuaba con su acto negacionista, mientras que en la calle, los manifestantes reafirmaban su compromiso con la memoria, la verdad y la justicia, y su rechazo a cualquier intento de validar la impunidad de los responsables del terrorismo de Estado. La protesta se presentaba como la primera de muchas acciones en defensa de los valores democráticos y los derechos humanos en un contexto político donde el negacionismo y la reivindicación de la dictadura ganaban terreno.
Le piden al Vicepresidente de la Legislatura Emanuel Ferrario de Cambiemos que suspenda la actividad negacionista de Milei y Villarruel. https://t.co/IaL8o6ep8b
— En Orsai (@EnOrsai) September 4, 2023
La legisladora Victoria Montenegro y otros representantes políticos también expresaron su preocupación por la presencia de Victoria Villarruel en la vida política del país y su posible ascenso a la vicepresidencia, considerando que esto representaba un riesgo para la democracia y la lucha contra el terrorismo de Estado.
Alejandrina Barry, diputada por el FIT-U, participó en un escrache contra la diputada de LLA dentro de la Legislatura y denunció que el objetivo de la convocatoria de Villarruel era "blanquear" a los genocidas y atacar a los organismos de derechos humanos. Afirmó que estaban allí para "decirles que no pasarán".
La protesta en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires fue un fuerte repudio al homenaje negacionista convocado por Victoria Villarruel, en la que participaron familiares de víctimas, militantes y organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas. Los manifestantes rechazaron la reivindicación de la dictadura y exigieron memoria, verdad y justicia. La movilización contó con un amplio respaldo de diversos sectores de la sociedad y se perfilaba como el inicio de una serie de acciones en defensa de los valores democráticos y los derechos humanos.