ENERGÍA

Más producción de gas, pero menos hogares conectados a las redes de gas

(Por Enrique Octavio Mujica)* Pese a los mayores incrementos de producción diaria de gas natural en las diferentes cuencas de producción, hay menos hogares que se conectan a las redes de gas domiciliario. Este es uno de los balances que deja el 2022 y lo que marcará el 2023

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Martes 24 de enero de 2023 | 13:46

Entonces el negocio del gas por red se acomodó a usuarios que abonan más por actualización de precio de producto y quita de subsidios (vía segmentación tarifaria); distribuidoras que mejoran sus ingresos y balances, y la electricidad se consolida como la energía principal en los hogares argentinos.

También otro punto que se destaca es que hay más redes, pero los potenciales usuarios prefieren no ingresar. En esa situación se encuentran dos millones de hogares.

En esta síntesis, veamos cómo fue el 2022 y cómo terminará siendo el 2023.

Menos usuarios

Según datos del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) de julio del 2021 a julio del 2022, la cantidad de nuevos usuarios alcanzaron la cifra de 71.534. Unos 13.000 usuarios menos (una merma de alrededor de un 15%) que en el mismo periodo del 2020 al 2021, que sumaron 84.479.

La tendencia a la baja es más que impresionante, si entendemos que en el 2019 los nuevos usuarios alcanzaron los 90.320, pero muy lejos de los 154.000 que se sumaron al servicio en el 2015.

Sin dudas que esta situación hay que entenderla con los altos costos del ingreso y la falta de recuperación de los ingresos salariales. Y en este sentido, existe un dato que ayuda comprender la situación: hay dos millones de hogares que le pasan el caño con gas natural por su puerta, pero que todavía no se sumaron al servicio.

Segmentación tarifaria

La segmentación tarifaria pone en un nuevo encuadre al servicio del gas por red. Los subsidios se mantendrán en aquellos hogares dónde hay tarifa social, pero habrá una quita total en los sectores altos y, con diversos porcentajes, en los sectores medios de acuerdo a su consumo y capacidad de pago. En este sentido, sólo existirá un aumento del 23% en la tarifa en estos sectores durante el 2023.

Una medida que marca por un lado el ahorro fiscal necesario (y comprometido ante el F.M.I.) y también un sentido de justicia, pues se aplica el subsidio a quién lo necesite, y no a los sectores de mayor ingreso. La segmentación vino para quedarse y dibuja un nuevo paradigma en el negocio.

Distribución

La Distribución no tuvo un mal año. Un ejemplo, son los números positivos que mostró Metrogas o Ecogas, en la Bolsa de Comercio, a partir de la recuperación de la tarifa y cargo. A su vez, se espera para los primeros meses del 2023 que se abra la Revisión Tarifaria Integral (RTI), aunque se fueron posponiendo en distintas ocasiones. Por eso, el Enargas pacta con las nueve Distribuidoras quitar o morigerar la obligación de invertir frente a esta situación, lo que permite a las Distribuidoras recomponer márgenes, frente a la suba de costos y la inflación que presenta la macroeconomía.

La Subdistribución (SBDs)

El 2022 fue otro año más de crisis, la cual viene arrastrando desde tiempo. Hubo SBDs que cancelaron deudas con las distribuidoras por compra de gas, y continúan su senda de crecimiento y expansión. Sin embargo, hay un retraso en el pago del subsidio del gas comprado, por parte de la Secretaría de Energía, que se remonta desde del 2021 a la fecha.

Por otro lado, también existe un problema de ahogo financiero con la cuestión de la “Zona Fría”. Se crea un descalce financiero de 60 días, entre lo que dejan de cobrar y el reintegro que reciben del Estado Nacional.

Otro dato que no hay que dejar pasar, es que muchas SBDs entregaron sus redes a las distribuidoras porque no pudieron hacer frente a los pagos correspondientes por la compra de gas. En esta ocasión, los intereses aplicados resultaron un castigo, por lo cual debieron ceder sus redes.

Producción de gas

El 2021 y el 2022 fueron los años de la impulsión de la producción a partir de la puesta en marcha del Plan GasAr, que dio precio y previsibilidad en el tiempo.

Ahora se le sumó la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner y la ampliación de los sistemas de recolección de gas en Vaca Muerta. La sumatoria llevará a una caída en la importación de gas natural y es de esperar que, a partir de junio del 2023 cuando esté terminado el gasoducto, encontremos el autoabastecimiento y encarar un futuro de exportación, y ahorro e ingreso de divisas.

Por este motivo es muy probable que ya dejáramos de tener los nubarrones de si habrá faltante de gas o no para los periodos de pico, que son los meses de junio julio y agosto.

Hasta aquí las características del 2022, pero que por lo que se avizora continuará en el 2023. Veremos cómo se construyen las nuevas soluciones que requieren el sector y la economía del país.

*Panorama energético, del portal www.expansionweb.com.ar; Enrique Octavio Mujica es editor del mismo.

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