opinión

No votar a los verdugos

El gobierno de los Fernández heredó un país saqueado y además la pandemia ocupó casi todo el tiempo de su gestión. La lealtad al voto popular que pueda vencer al neoliberalismo el 14 de noviembre debería estar por encima de cualquier contingencia justificable de la coyuntura de hoy

No votar a los verdugos

Domingo 07 de noviembre de 2021 | 10:59

(Osvaldo Pellin opellin@fibertel.com.arEl gobierno popular de los Fernández, no sólo como todos sabemos fue heredero de un gobierno de saqueadores, sino también, como todos sabemos tuvo que administrar sin plata, una pandemia que lleva dos años de vigencia y que ha ocupado casi todo el tiempo legal de su gobierno desde que asumiera.

En el 2015 a Macri se le dieron mil oportunidades y mucho tiempo basados en sus pueriles promesas. Me pregunto si un gobierno popular que será medido por el recupero del beneficio general y la restitución del estado de Derecho, no merece que se le ratifique el apoyo.

Porque los tiempos no han sido suficientes para reconstruir la recuperación del país con la fuerza y los logros que era menester para tanto daño heredado y tanta amenaza no disimulada.

La sociedad más ansiosa que desencantada, se ha visto frente a una realidad que orientarla hacia la plenitud del trabajo y la producción, demandará un esfuerzo y una espera de magnitud, la cual además está demorada por las urgencias que al mismo tiempo, demanda la crisis.

Sin embargo hay que reconocer que el amperímetro se movió, quizás más lento de lo esperado, pero se movió en la dirección correcta. Como diría una vez más Néstor, estamos todavía en el infierno pero intentando salir de él.

Lo que no podemos hacer es que aquello que depende de nuestra conciencia y de nuestra voluntad, como el voto del 14 de noviembre, retroceda hacia aquellos que nos llevaron a esta situación indeseable, creyendo que sus insulsos discursos depararán realidades concretas distintas de las ya conocidas.

Este parece más un momento de concentración en convicciones y en el estudio de la historia política del país, que en un momento para el relajo y la sola observación, viendo pasivamente cómo la crisis heredada devora a aquellos que conocemos por sus virtudes, su compromiso y su identidad política. Aquí la lealtad al voto popular que pueda vencer al neoliberalismo en el comicio debería estar por encima de cualquier contingencia justificable de la coyuntura de hoy.

El voto del 2019 sacó a Macri del poder político porque el país no daba para más, y aunque lo apoyara toda la prensa y se refugiara en tramoyas incalificables con la justicia y en paraísos fiscales para omitir la exposición de sus fortunas y así evitar el pago de los impuestos.

Debemos recordar que estos señores son los mismos que endeudaron irracionalmente al país, que lo saquearon gestionando de los dos lados del mostrador aprovechando la posición privilegiada que otorga el poder político en las decisiones de estado.

El voto de noviembre reclama lealtad y coherencia con las ideas que tienen en cuenta sobre todo nuestra extracción social. No hay emprendedurismo que valga, no hay reforma laboral que mejore la oferta de trabajo ni las condiciones salariales. No hay educación ni salud de amplia cobertura y de calidad con el macrismo en el poder.

Todo eso ya lo hemos vivido y la pasamos muy mal. No seamos nosotros, la inmensa mayoría, la que dé auspicio a una nueva versión del fracaso político al que nos tiene acostumbrados la derecha en nuestro país.

vaconfirma.com.ar

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