Un estudio de opinión, realizado por la consultora Proyección para la Secretaría de Medios y Comunicaciones de la Universidad Nacional de La Matanza (Buenos Aires), analiza 1.250 casos reclutados de forma online durante los días 18 y 20 de abril en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) e indaga si nuevas prácticas en relación a la emergencia sanitaria son transitorias o si algunos de los cambios en la vida social prevalecerán en el futuro al superar la pandemia del coronavirus.
(Por Sergio Villone) // Miercoles 22 de abril de 2020 | 17:08
De acuerdo a los resultados, se observa que las personas perciben que nos dirigimos hacia nuevas conductas y vínculos mediados en mayor medida por la virtualidad, especialmente en lo que es el denominado teletrabajo y, en particular, la educación a distancia (no presencial).
Sobre esta última modalidad, la valoración positiva que expresan los encuestados llega al 57,7%, a partir de destacar como ventajas el manejo de los horarios y el ahorro de tiempo o gastos. Por otra parte, son pocas las personas que dicen sentirse más cómodas (16,3%) y que consideran que es más práctico (13,3%). El 23,4% manifiesta no encontrarle ningún beneficio.
Las dificultades tienen que ver con los problemas de comunicación, el acceso o calidad de la red, dificultades para concentrarse y también incomodidades propias de la falta de infraestructura adecuada en el hogar.
Las personas creen que para mejorar su experiencia sería importante un mayor acceso y mejor calidad de la red, mejores plataformas, otra modalidad de clases y mayor capacitación docente.
En el segmento de educación universitaria, el orden de las dificultades es el siguiente: los problemas de comunicación con docentes y estudiantes, las dificultades para concentrarse, el acceso o calidad de red, problemas de infraestructura del hogar y falta de motivación.
A pesar de la valoración mayormente positiva de la experiencia, sólo un 21,7% considera que se debería implementar esta modalidad de manera total en el futuro.

Con respecto al teletrabajo como forma de práctica laboral, la valoración positiva es del 65,7%, a partir de destacar como ventajas el manejo de los horarios y e ahorro de tiempo o gastos, igual que en la educación no presencial.
Las dificultades tienen que ver con trabajar más de lo habitual, dificultades para concentrarse, los problemas de comunicación y el acceso o calidad de la red, y las incomodidades propias de la falta de infraestructura adecuada en el hogar.
Las personas creen que para mejorar su experiencia sería importante un mayor acceso y mejor calidad de la red, mejores plataformas, y recibir mayor capacitación.
A pesar de la valoración mayormente positiva de la experiencia, sólo un 32,5% considera que se debería implementar esta modalidad de manera total en el futuro. Por otra parte, sólo un 24,1% considera que el teletrabajo permitirá reducir la jornada laboral.
El estudio de Proyección concluye que, tanto en relación al teletrabajo como a la educación a distancia, para incrementar su implementación es necesario generar mejoras en el acceso y calidad a las herramientas digitales, modificar la infraestructura del hogar para generar ámbitos acordes a las diferentes actividades y revisar la organización de los usos del tiempo en estos contextos.
