Ayer fue un día de puro enamoramiento entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Las flores que se tiraron entre el nuevo ministro de Hacienda y la titular del organismo solo significan que las recetas de ajuste se seguirán aplicando sin miramientos.
Pep - Redacción En Orsai // Jueves 19 de enero de 2017 | 10:15
El estado de enamoramiento entre el Gobierno y el FMI pareció tener una escalada significativa ayer cuando el ministro de hacienda, Nicolás Dujovne, solo tuvo elogios para el organismo. Como si nada hubiera pasado, como si no hubieran tenido responsabilidad alguna en la debacle del 2001.
A través de las redes sociales, el funcionario afirmó que "queremos tener una relación cordial y madura con el Fondo y con todos los organismos internacionales".
Minutos después, desde el organismo emitieron un comunicado donde afirmaron que "la directora gerente felicitó a Dujovne en el encuentro y elogió a las autoridades por sus esfuerzos para establecer un marco de políticas económicas más estables y eficientes, que ayudarán a impulsar la confianza y el crecimiento en Argentina".
Así el Gobierno se vuelve a mostrar como un aplicado alumno del organismo internacional que desde hace décadas insiste con las mismas recetas: ajustes del gasto público. Lo que implica que las inversiones sociales son vistas como un gasto. Además de generar tasas de desempleo exorbitantes.
Hace algunas semanas el organismo emitió un documento donde pidió que se continúe con la aplicación de eliminar gasto público innecesario.
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