
El macrismo cada vez más se inspira en todo lo acontecido en la década del 90, no solo con las medidas y el cinismo que sale de las palabras del Presidente, ahora también se basa en la relación con los medios. Al igual que Cavallo, ayer Macri sollozó por la pobreza que generó en menos de un año.
Pep - Redacción En Orsai // Martes 08 de noviembre de 2016 | 09:25
Primero fue Domingo Cavallo cuando era ministro de Economía y tenía un intenso ida y vuelta con los jubilados que reclamaban mejores haberes. En medio de un encuentro con los jubilados, el funcionario que estatizó la deuda privada durante la dictadura, rompió en llanto por la situación que aquejaba a los jubilados.
El nuevo capítulo es del actual Presidente, Mauricio Macri. Ayer al ser entrevistado por La Nación se quebró al afirmar que en realidad “había gente que era pobre y no lo sabía”.
Mientras en la campaña, el propio Mauricio bailaba y afirmaba que “se puede vivir mejor”. Ahora rompe en llanto ante las cámaras para tratar de aparentar un verdadera congoja por el vuelco a la pobreza de millones de personas producto del ajuste que emprendió desde que llegó al gobierno.
Acá los dos momentos que unen históricamente las estrategia de comunicación del oficialismo con el menemismo.
El economista Matías Battista advierte que el dólar se desborda pese a la liquidación del campo. El gobierno sin margen y sin magia enfrenta un segundo semestre sin red.
Un nuevo informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA confirma lo que se ve todos los días en las calles, comedores y escuelas: más de 4 millones de niñas y niños en Argentina no tienen garantizada una alimentación digna. El dato sacude, pero no sorprende. La inseguridad alimentaria infantil alcanza al 35,5% de la población menor de edad.