La apertura de las importaciones quizás sea la primera política económica internacional.

Todavía es muy pronto para analizar si el triunfo de Mauricio Macri abre un nuevo período en las relaciones internacionales. Lo que sí queda claro es que muchos de los dirigentes de la región, alejados de los sectores populares, ven en el ex presidente de Boca una figura representativa y con simpatías ideológicas muy marcadas, concentradas en la liberalización de la economía y en el achicamiento del gasto público.

Una primera aproximación a la futura consolidación de los vínculos es ver quiénes fueron los primeros en saludar por las redes sociales al presidente electo. Alejados del reclamo por la vía diplomática que se hizo en los últimos tiempos, desde las Islas Malvinas manifestaron su descontento por Twitter y se alinearon con el nuevo mandatario: "Felicitaciones Mauricio Macri. Sea inteligente, trabaje con nosotros, no en contra nuestra", fue el escueto mensaje que los kelpers dedicaron al líder del PRO. Luego fue el turno del embajador de Estados Unidos en Argentina, Noah Mamet: "Felicitaciones @mauriciomacri! Le deseo a Ud. y a la Argentina mucho éxito en los próximos años".

Pasaron los minutos, y la lista continuó con los ultraconservadores Hernán Capriles (Venezuela) y Sebastián Piñera (Chile). Este último fue el más efusivo y se hizo eco de la estrategia new age que adoptó Cambiemos para ganar las elecciones: "Gran triunfo de Mauricio Macri abre nuevas esperanzas para que Argentina supere largo período de confrontación y estancamiento de últimos años", dijo el expresidente, quien además publicó fotos con la camiseta de Boca.

También se pronunció Juan Manuel Santos (Colombia), que le brindó "todo su apoyo". Tampoco podía faltar el cuestionadísimo Enrique Peña Nieto, acusado por el pueblo mexicano de ser corresponsable de las muertes de miles de ciudadanos: “Felicidades a @mauriciomacri por su triunfo electoral en Argentina. Le deseo éxito en su gestión”, escribió y luego abogó por un México que “trabajará con su gobierno, en favor de nuestra relación bilateral y el bienestar de Latinoamérica”.

Nicolás Maduro, Michele Bachelet, Dilma Roussef y Pepe Mujica prefirieron no exponerse. Quizás ellos también interpreten que la región vive nuevos aires en políticas internacionales, más cercanas a las carnales de otras épocas que parecían sepultadas y que tanto daño produjeron, que a las que intentaron consolidar el Mercosur o las que le dijeron no al ALCA.