RADICALISMO TUPACAMARU

UCR: sin liderazgo y fragmentada entre el PRO, massismo, Stolbizer y el gobierno

La UCR ayer celebró una cumbre en la que se plasmaron las internas y se evidenció la falta de liderazgo tras la muerte de Raúl Alfonsín y el frecaso de la Alianza. Hay radicales con el PRO, otros con el gobierno, con Stolbizer y Massa. Diáspora.

UCR: sin liderazgo y fragmentada entre el PRO, massismo, Stolbizer y el gobierno

Andrés Brown // Miercoles 08 de abril de 2015 | 14:02

“Si la UCR se quedaba en UNEN, terminaban creciendo. Había que romper a los radicales, era la única forma”, explicó un operador del PRO

 

El acuerdo UCR-PRO no parece ser lo que prometía. Al menos lo que su principal impulsor, Ernesto Sanz, pretendía y le “vendió” al macrismo. De hecho, hoy hay más radicales vinculados al Frente Renovador de Sergio Massa que al Pro de Mauricio Macri. Esto es considerando las infinitas alianzas provinciales y municipales a lo largo del todo el país. Particularmente en Jujuy, Formosa, Corrientes, Chaco y Tierra del Fuego, entre otras.
Del lado del PRO, lo cierto es que a Mauricio Macri, los radicales lo fastidian más que lo que le aportan. Según cuenta Fabricio Moschettoni en su nota de Impulso Baires, el razonamiento dentro del partido amarillo es bien maquiavélico: “si la UCR se quedaba en UNEN, terminaban creciendo, y eso hacía que la segunda vuelta sea exclusiva entre el candidato del Gobierno y Massa. Había que romper a los radicales, era la única forma”, explicó un operador del PRO en privado. Además, Macri ya adelantó que “no habrá un gobierno de coalición”, dejando a los radicales a la suerte del 2 ó 3 por ciento de intención de voto de Sanz.
Por otro lado, entre los cimientos del UNEN sólo quedó en pie Margarita Stolbizer, quien desde su partido GEN, nunca dejó de tender puentes con su ex partido histórico. No es difícil pronosticar que varios radicales, en particular bonaerenses, votarán a la radical de alma aunque no sea de carné.
Por último, aunque relativamente minoritaria, está la rama del radicalismo que levanta las banderas yrigoyenistas del nacionalismo popular, y del alfonsinismo en particular. Por su simpatía y diálogo con el gobierno, son obviamente denostados por el resto de la dirigencia. Se trata del Movimiento Nacional Alfonsinista de Leopoldo Moreau, y de la juvenil Los Irrompibles, de Leandro Santoro.
Este sector, incluyendo a otros vinculados al kirchnerismo desde hace años como ex gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, o al ex vicepresidente de la UCR Capital, Marcelo Montero, del entorno del ministro de Planificación, Julio De Vido, realizará un congreso el próximo 15 de este mes en el ND, en el que se espera una reivindicación de valores del radicalismo ligados con la argentinidad, como por ejemplo la política energética y el rol estatal de YPF, la lucha contra las AFJP y la estatización del sistema previsional, la integración latinoamericana, todas banderas caras al proyecto del gobierno nacional.

El acuerdo UCR-PRO no parece ser lo que prometía. Al menos lo que su principal impulsor, Ernesto Sanz, pretendía y le “vendió” al macrismo. De hecho, hoy hay más radicales vinculados al Frente Renovador de Sergio Massa que al Pro de Mauricio Macri. Esto es considerando las infinitas alianzas provinciales y municipales a lo largo del todo el país. Particularmente en Jujuy, Formosa, Corrientes, Chaco y Tierra del Fuego, entre otras.

Del lado del PRO, lo cierto es que a Mauricio Macri, los radicales lo fastidian más que lo que le aportan. Según cuenta Fabricio Moschettoni en su nota de Impulso Baires, el razonamiento dentro del partido amarillo es bien maquiavélico: “si la UCR se quedaba en UNEN, terminaban creciendo, y eso hacía que la segunda vuelta sea exclusiva entre el candidato del Gobierno y Massa. Había que romper a los radicales, era la única forma”, explicó un operador del PRO en privado.

Además, Macri ya adelantó que “no habrá un gobierno de coalición”, dejando a los radicales a la suerte del 2 ó 3 por ciento de intención de voto de Sanz.

Por otro lado, entre los cimientos del UNEN sólo quedó en pie Margarita Stolbizer, quien desde su partido GEN, nunca dejó de tender puentes con su ex partido histórico. No es difícil pronosticar que varios radicales, en particular bonaerenses, votarán a la radical de alma aunque no sea de carné.

Por último, aunque relativamente minoritaria, está la rama del radicalismo que levanta las banderas yrigoyenistas del nacionalismo popular, y del alfonsinismo en particular. Por su simpatía y diálogo con el gobierno, son obviamente denostados por el resto de la dirigencia. Se trata del Movimiento Nacional Alfonsinista de Leopoldo Moreau, y de la juvenil Los Irrompibles, de Leandro Santoro.

Este sector, incluyendo a otros vinculados al kirchnerismo desde hace años como ex gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, o al ex vicepresidente de la UCR Capital, Marcelo Montero, del entorno del ministro de Planificación, Julio De Vido, realizará un congreso el próximo 15 de este mes en el ND, en el que se espera una reivindicación de valores del radicalismo ligados con la argentinidad, como por ejemplo la política energética y el rol estatal de YPF, la lucha contra las AFJP y la estatización del sistema previsional, la integración latinoamericana, todas banderas caras al proyecto del gobierno nacional.

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