
El líder renovador volvió de EE.UU. encandilado con la mano dura de Giuliani y se mostró solidario con los salvajes ataques "ciudadanos" de los últimos días: "La sociedad no quiere vivir con impunidad".
Diego Arias, Redacción En Orsai // Lunes 31 de marzo de 2014 | 19:17
El diputado nacional por el Frente Renovador y ex intendente de Tigre Sergio Massa volvió de su gira por Estados Unidos, donde se interesó en las políticas de "mano dura" del ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, y, como buen alumno, ya puso en práctica los elementos incorporados: al referirse hoy a los linchamientos en la ciudad de Rosario y en el barrio porteño de Palermo, justificó que "aparecen porque hay un Estado ausente".
"La sociedad no quiere convivir con la impunidad", lanzó el dirigente renovador, tras los episodios en que un grupo de personas asesinó a un joven en Rosario y otra muchedumbre hirió gravemente a otro en Palermo.
El joven rosarino David Moreira, de 18 años, murió luego de agonizar durante cuatro días por la golpiza cobarde que le propinaron entre varios vecinos. La ex vicegobernadora de Santa Fe, María Eugenia Bielsa, calificó ayer este linchamiento como "una catástrofe" y manifestó que con este tipo de acciones "se han roto todas las reglas del consenso social".
Massa arguyó que los linchamientos "tienen que ver con los mensajes que se dan desde el Estado. El mensaje debe ser que 'el que las hace las paga' y no que da todo lo mismo", y concluyó: "La gente necesita al Gobierno garantizando el Estado de Derecho y un sistema de sanciones que repriman las conductas al margen de la ley". Al parecer, los linchamientos no forman parte de esas conductas para el diputado.
En pleno siglo XXI, en la Argentina, vuelve a cobrar actualidad aquella triste sentencia borgeana: "Se están comiendo a los caníbales".
Bercovich revela el eslabón oculto: el ex jefe de compras del ministerio pasó a la droguería investigada por retornar fondos y contratos. La Justicia profundiza la mirada sobre el círculo de los Milei, Kovalivker y Garbellini.
El concejal Daniel Del Curto denunció amenazas y presiones para pedir coimas tras la gestión de fondos municipales en Berisso. Relata aprietes, falsas promesas y un sistema de retornos que, según él, atraviesa a La Libertad Avanza en la provincia. El clima de corrupción, nepotismo y traiciones llevó a Del Curto a abandonar el partido y revelar públicamente el mecanismo bajo el que operan referentes y funcionarios bonaerenses.