La batalla en el mercado argentino se intensifica: las Pymes son desplazadas mientras las corporaciones consolidan su dominio. Un hilo revelador en la red social X de Ocipex desenmascara la impactante realidad detrás de la derogación de leyes clave. ¿Libre competencia o monopolio encubierto?
Redacción EnOrsai // Martes 12 de marzo de 2024 | 15:38
En la arena del mercado de consumo masivo argentino, la concentración empresarial es un elefante en una habitación, con más del 70% de la facturación de supermercados en manos de unas pocas corporaciones. La derogación de la Ley de Abastecimiento y la Ley de Góndolas se convierte en el telón de fondo de una contienda que perjudica a las pequeñas y potencia a los gigantes.
Las Pymes, desfavorecidas en este juego de "libre competencia", enfrentan barreras insuperables. Las corporaciones, con sus estructuras sólidas, utilizan tácticas como plazos de pago extendidos y dominio publicitario en los supermercados para aplastar a la competencia más pequeña.
El tejido corporativo se fortalece aún más a través de alianzas estratégicas, creando una red intrincada que abarca diversas categorías de productos bajo una única marca. Sin regulaciones que restrinjan su expansión, estas gigantes pueden ocupar los estantes sin límites, dejando a las Pymes luchando por visibilidad.
Ante la ausencia de normativas, se desatan consecuencias negativas. La Ley de Góndolas, ahora abolida, limitaba la participación de cualquier empresa al 30% del espacio en estanterías, pero esta restricción ha desaparecido. La diversidad en las opciones de compra disminuye, y los consumidores se ven atrapados en un mercado donde las corporaciones imponen sus precios.
???? Según datos del Banco Mundial, Argentina ???????? tuvo en febrero la inflación interanual más alta en alimentos a nivel mundial en términos reales ???? https://t.co/f1BxOfPXir
— OCIPEx (@OCIPEx_arg) March 12, 2024
La falta de regulación también ha llevado a que los productos básicos se equiparen a precios internacionales, dejando a los consumidores argentinos pagando más por los mismos productos que en otras partes del mundo. Los datos de precios internacionales del 8 de marzo de 2024 revelan un escenario preocupante, con aumentos que afectan a productos cotidianos como harina, azúcar, tomate en lata, fideos, leche y bebidas.
En este contexto desregulado, encontrar alternativas a precios razonables se vuelve una tarea titánica. Desde diciembre hasta la fecha, los precios al consumidor han escalado un 60%, dejando a los ciudadanos argentinos enfrentándose a una realidad donde las grandes corporaciones marcan las reglas y las Pymes son relegadas a la periferia. La pregunta que queda en el aire es clara: ¿Libre competencia o una fachada para el ascenso incontrolado de los titanes corporativos?
Todo esto da como resultado que Argentina se encuentra con la mayor inflación interanual del mundo en alimentos, según el Banco Mundial. De esta manera en este rubro superamos ampliamente a Zimbabwe, Egipto y Palestina.