El gobierno de Javier Milei han desatado una tormenta política y social que coloca en el centro del debate los derechos de los trabajadores y los jubilados. Para Pablo Moyano, secretario adjunto de Camioneros y cosecretario general de la CGT, las decisiones de Milei no dejan margen para la duda: este gobierno está en guerra abierta contra la clase trabajadora.

En una entrevista con Romina Manguel para FM Milenium, Moyano no escatimó críticas, señalando que las primeras medidas de Milei son una avanzada "contra los trabajadores y contra sus derechos". Pero lo que más preocupa al líder sindical es que estas políticas no solo afectan a los activos, sino que también han puesto en el centro del conflicto a los jubilados, quienes han sido despojados de un aumento que, según Moyano, era "mísero" pero necesario.

El veto presidencial a la ley que pretendía otorgar un leve incremento en las jubilaciones, sumado a la represión "salvaje" que tuvo lugar fuera del Congreso durante las protestas, demuestra, según el sindicalista, el verdadero rostro de un gobierno que se jacta de ser libertario pero que, en los hechos, somete a los más vulnerables a un ajuste despiadado. "No fue un triunfo de Milei, fue una derrota lamentable para los jubilados", sentenció Moyano, en referencia al accionar del Congreso y el veto presidencial que le siguió.

Traiciones políticas y alineamientos con el poder económico

La crítica de Moyano no se detiene en la figura de Milei. En sus declaraciones, subrayó que el Congreso también ha jugado un rol nefasto en la implementación de estas políticas, acusando a legisladores de "traicionar a sus votantes". Según Moyano, varios representantes, elegidos bajo las banderas del peronismo, han dado la espalda a los principios de justicia social que deberían defender. "Pasó con el gobernador de Tucumán, pasó con el de Córdoba: llegan en nombre del peronismo y mandan a sus diputados a votar las leyes en contra", expresó con indignación.

El contexto, por supuesto, es el mismo de siempre: el Fondo Monetario Internacional (FMI) y su injerencia en las decisiones económicas del país. Moyano advirtió que las medidas dictadas por el FMI no solo legitiman el veto presidencial, sino que probablemente se extiendan a otros ámbitos fundamentales, como el presupuesto universitario. La previsión del líder sindical es clara: "Seguramente va a volver a vetar el presupuesto universitario", anticipó.

Esta subordinación a los mandatos del FMI es uno de los elementos que ha exacerbado la bronca popular. Mientras el gobierno de Milei insiste en que la inflación está bajando, Moyano denunció que esto es solo un "verso", ya que lo que realmente está ocurriendo es una caída abrupta del consumo. "Hay una baja en el consumo de gran parte de la sociedad", aseguró, subrayando que la crisis no solo no ha terminado, sino que podría empeorar.

El hastío social y las movilizaciones por venir

El clima de descontento no se limita a los sindicatos, sino que está extendido en amplios sectores de la sociedad. Para Moyano, este hastío es una de las razones por las que Milei logró canalizar el "voto bronca" que lo llevó a la presidencia, pero también es lo que puede desembocar en una oleada de nuevas movilizaciones. "Seguramente van a haber más marchas y más paros generales", adelantó Moyano, planteando que la única forma de frenar el avance de estas políticas de ajuste es a través de la acción directa en las calles.

En este sentido, el sindicalista rememoró con cierto dolor la falta de respaldo popular en la marcha en defensa de los jubilados: "La bandera en defensa de los jubilados, tendría que haber habido un millón de personas. Yo estuve, ¿dónde estuvo el peronismo?", cuestionó. La apatía o desorganización del peronismo es un tema recurrente en su análisis. Moyano lamenta que el movimiento, otrora pilar de resistencia social, hoy esté "muerto, desorganizado, no tiene convocatoria ni hay un liderazgo".

Pero no todo es pesimismo. Moyano insistió en que, a pesar de las divisiones internas y la crisis de representatividad, "nunca han podido matar al peronismo". Aunque adormecido, el sindicalismo sigue firme y dispuesto a dar la pelea en cada sector afectado por las políticas de Milei. "El peronismo se tiene que reconstruir", afirmó Moyano, dejando abierta la puerta a un resurgimiento que, según él, depende de la unidad y la acción coordinada entre las bases y los sindicatos.

La destrucción de Aerolíneas Argentinas y el veto inminente al presupuesto universitario

Otro frente de batalla es Aerolíneas Argentinas, una empresa pública que, para Moyano, ha sido un blanco recurrente de los gobiernos neoliberales. "Este gobierno vino a destruir Aerolíneas Argentinas", aseguró, recordando que tanto Fernando de la Rúa como Mauricio Macri intentaron hacer lo mismo en su momento. Pero lo que más alarma a Moyano es que, al igual que con los jubilados, Milei también tiene en la mira a la educación pública: "Ojalá la movilización sea igual o mayor que la anterior", expresó en relación a un posible veto del presupuesto universitario.

El ataque frontal del gobierno de Milei contra los derechos sociales y las conquistas laborales ha sido acompañado de una política de represión que, según Moyano, busca intimidar y desmovilizar a quienes se atrevan a protestar. "Este gobierno odia a la clase laburante y a los jubilados", sentenció Moyano, en un tono que refleja la escalada de tensión social que se vive en el país.

Un llamado a la resistencia y al Papa

En medio de este panorama desolador, Moyano anticipa que mañana viajará al Vaticano para reunirse con el Papa Francisco, con el objetivo de entregarle un informe sobre la situación laboral, de salud y de los jubilados en Argentina. Además, el líder sindical expresó su esperanza de que el Papa acepte la invitación de visitar el país: "Sería un mensaje de paz", dijo, aunque no parece esperar que eso cambie el curso de las políticas del gobierno.

Lo cierto es que, con o sin intervención divina, el conflicto entre el gobierno de Milei y los sectores sindicales parece destinado a intensificarse en los próximos meses. La sociedad, cansada y agobiada, observa atónita cómo las promesas de ajuste solo profundizan la crisis social, mientras que los jubilados, los trabajadores y los estudiantes se convierten en los principales blancos de las políticas del nuevo gobierno.