La retención de alimentos en depósitos oficiales desata la indignación social y religiosa, con demandas urgentes de renuncia de la ministra Sandra Pettovello y denuncias de un plan económico que exacerba la miseria.
Santiago Ríos // Viernes 31 de mayo de 2024 | 16:58
(Por Santiago Ríos) El reciente escándalo por la acumulación de alimentos en depósitos oficiales ha desencadenado una ola de protestas y demandas de renuncia contra la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. Este episodio refleja no solo una crisis de gestión, sino una profunda herida en la política social del gobierno de Javier Milei.
Los sacerdotes Francisco “Paco” Olveira y Rodolfo Viano, miembros del grupo Curas en la Opción por los Pobres (COOP), junto con Luis María Alman Bornes del Movimiento por los Derechos Humanos y otros activistas, han sido frontales en sus críticas y exigencias. El grupo había planeado una huelga de hambre para el 4 de junio, en protesta por la falta de distribución de alimentos en una crisis alimentaria que califican de "planificada". Aunque esta medida se ha suspendido temporalmente, los firmantes han dejado claro que permanecen en estado de alerta.
La denuncia inicial provino de una investigación de El Destape, que reveló la existencia de más de 5 mil toneladas de alimentos acumulados mientras miles de personas enfrentan el hambre. El comunicado de los religiosos no deja lugar a dudas: “Quien quita el pan al pobre es un asesino”. Con esta cita bíblica, acusan al gobierno de implementar un plan económico que beneficia a unos pocos en detrimento de muchos, sin asumir la responsabilidad por el hambre generalizado. Esta situación ha provocado una creciente alerta social y movilización de movimientos populares, sindicatos y organizaciones religiosas que se dedican a repartir comida de manera voluntaria.
#AHORA????Curas en opción por los pobres exigen la renuncia de Sandra Pettovello, tras el escándalo por las 6.000 toneladas de alimentos sin repartir. pic.twitter.com/Yd3az8WgEy
— IP noticias (@_IPNoticias) May 31, 2024
El ex Secretario de Niñez y Familia, Pablo de la Torre, fue destituido y denunciado ante la Oficina Anticorrupción en un intento del gobierno por mitigar el escándalo y desviar la atención de Pettovello. Sin embargo, para los críticos, este movimiento no es suficiente. Pablo Klejzer, de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), enfatiza que la responsabilidad recae en Pettovello y que su renuncia es imprescindible. “Llevaron al extremo todo cuando les decíamos que entreguen la mercadería. El objetivo nuestro es que repartan el alimento y después discutimos cómo paramos el ajuste terrible de este Gobierno”, afirmó Klejzer en declaraciones a AM750.
La gravedad del asunto ha llevado al juez federal Sebastián Casanello a ordenar al Ministerio de Capital Humano que informe sobre la cantidad de productos almacenados y establezca un plan de distribución. El gobierno, sin embargo, ha apelado esta decisión, prolongando el estado de incertidumbre y desesperación.
La retención de alimentos, según el padre Olveira, no solo es un acto de negligencia sino de opresión deliberada. “Si el lunes no se empiezaron a repartir, como obligó la Justicia, los 5 millones de kilos de alimentos retenidos en el galpón de Villa Martelli y en el de Tucumán, comenzaremos una huelga de hambre en la puerta del depósito”, declaró Olveira, llamando a una celebración ecuménica en protesta. Además sostienen que “es necesaria e imprescindible la renuncia de la ministra Sandra Pettovello”.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, se ha unido al clamor, solicitando la liberación inmediata de los alimentos acumulados. “Nos hemos enterado sobre la existencia de dos depósitos de alimentos que tienen cinco millones de kilos de alimentos guardados. No entro en las razones por las que están guardados, pero pienso que en un tiempo de emergencia alimentaria rápidamente tienen que ser entregados”, manifestó Ojea.
Esta situación, que algunos califican como una crisis humanitaria, resalta la desconexión entre las políticas gubernamentales y las necesidades básicas de la población. La administración de Milei ha sido acusada de implementar medidas económicas que exacerban la pobreza y la desigualdad, dejando a los más vulnerables sin acceso a alimentos esenciales.
Las acusaciones de represión y violaciones a los derechos humanos se suman a la indignación general. El comunicado de los religiosos, que también apoya la movilización Ni Una Menos 2024, denuncia el "hambre planificado" y la "represión del hambre", vinculando la crisis alimentaria a un contexto más amplio de violaciones sistemáticas y abuso de poder. La declaración utiliza una frase del arzobispo asesinado de El Salvador, Oscar Romero: “En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, le suplicamos, le rogamos, le ordenamos: ¡cese la represión!”.
La situación ha dejado una marca indeleble en el gobierno, revelando profundas fallas en la gestión y un desprecio alarmante por la vida humana. La comunidad religiosa y las organizaciones sociales han dejado claro que no cesarán en su lucha hasta que se tomen medidas concretas para abordar la emergencia alimentaria. Este conflicto pone de manifiesto una crisis ética y moral en el liderazgo del país, cuestionando la legitimidad de un gobierno que, según los críticos, gobierna en beneficio de una élite privilegiada mientras el pueblo sufre de hambre y abandono.
Fuentes:
https://www.pagina12.com.ar/741167-religiosos-reclaman-la-renuncia-de-sandra-pettovello
GRACIAS MILEI
— En Orsai (@EnOrsai) May 31, 2024
"La Mano Invisible" despide trabajadores en Diarco, Changomás y Techinthttps://t.co/3cyzPTyXcy