
Ayer, estuvimos con la familia de Facundo Ferreira, el niño asesinado por la policía. Pudimos ver dónde vivía, conocer su pieza, la ventana por donde se escapaba para ir a ver a Atlético y las picadas. A su bisabuela, su abuela, su madre y sus tías. Facundo no tenía papá.
Lunes 12 de marzo de 2018 | 23:05
(Por Sebastián Lorenzo Pisarello)* Soñaba jugar al fútbol y comprarle una casa a su abuela Mercedes, la Pachona le decía. "Pachona, Messi ha venido desde abajo como yo. Voy a jugar al fútbol, te voy a comprar un caserío y habrá una señora que trabaje, así vos no hagas nada", soñaba Facundo junto a su abuela.
El año pasado terminó la primaria en la Escuela Miguel Lillo. Este año lo anotaron en la ENET para hacer el secundario pero no sabía si se iba a Santa Fe, donde vive su madre. No tenía problemas de consumo, confirmó la familia.
El jueves, a la 1.30, un policía lo fusiló. Le dio un tiro en la nuca a un metro de distancia. "Le sacaban fotos tirado en el piso y después las subían con mensajes tipo ‘A estos hay que empezar a matarlos a los 8 años’. Son los mismos que dicen que sí a la vida, no al aborto".
"Acá nos dicen marginales por vivir en La Bombilla. Por ser negritos y usar gorra nos discriminan. Yo soy empleada doméstica pero voy a limpiar el nombre de mi nieto aunque tenga que caminar toda la provincia. Me duele leer todo lo que dicen de él", nos dijo su abuela.
Quiero cerrar con esto: la familia vio el cuerpo de Facundo con un tiro en la nuca, heridas de bala de goma en la espalda y la marca de un borcego policial de una patada que recibió en el rostro, ya en el piso.
11 años tenía. Facundo fue fusilado por la policía.
Sebastián Lorenzo Pisarello *Periodista de APA! (Agencia de Prensa Alternativa)
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