
Locuaz, mediático y supuestamente progresista, el joven Subsecretario de Juventud, Pedro “Piter” Robledo, despidió a la mayoría de su plantilla. Pero contrató a un amigo con una sentencia firme por homicidio culposo en un accidente de tránsito.
Redacción En Orsai // Martes 21 de junio de 2016 | 10:47
El doble discurso campea en el macrismo, sobre todo en lo referido a despidos y contrataciones para el Estado.
El Subsecretario de Juventud Pedro Robledo echó a 25 personas el 1 de mayo, completando 55 despidos de un total de 80 trabajadores, aduciendo que su gabinete había evaluado el desempeño de los mismos y que no eran aptos para las tareas que se les encomendaban.
Lejos de cualquier prolijidad en su política de contrataciones, uno de los miembros más importantes de su gabinete sentenciado por un delito, lo cual además de lo moralmente repudiable contradice las normativas del funcionariado público, según informó el portal Infobaires24.
Se trata de Leonel Enrique Isi, coordinador del programa DesarrollArte de la subsecretaría, pero también amigo personal de Robledo, presidente de la fundación Pensar El Camino (fundación que presidió Robledo hasta ahora, que debió dejar para asumir como presidente de los Jóvenes Pro), y miembro activo de la Juventud Pro.
El 15 de abril de 2014 fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal n° 17 de Capital Federal, con la presidencia del Dr. Alejandro Noceti Achával, Juan Facundo Giudice Bravo y Pablo Daniel Vega, a la pena de dos años de prisión en suspenso y cinco años de inhabilitación para conducir, según dio a conocer recientemente el portal Infobaires.
La condena es por el homicidio culposo de la Sra. Liliana Beatriz Maldonado, a quien el 7 de julio de 2013 atropelló, según el fallo, en estado de ebriedad y habiendo consumido cocaína y tras lo cual Isi se dió a la fuga.
Ante la imposibilidad de contratarlo por las vías habituales, que contradicen las normativas vigentes, Robledo ha nombrado al mencionado dirigente Isi como coordinador del programa DesarrollArte acudiendo a la contratación por vía de la modalidad de contrato temporario.
Así, se acumulan los casos de contrataciones que invocan a una excepción, dado que los incorporados no reúnen los requisitos estipulados: Laura Alonso, en la Oficina Anticorrupción fue un ejemplo flagrante.