Cuando el PRO se ve involucrado en varios escándalos por las contrataciones directas en la Ciudad de Buenos Aires para los empresarios allegados al propio macrismo, el ministro de cultura, Hernán Lombardi, reconoció el modus operandi: “Las contrataciones directas son una práctica frecuente”.
Pep - Redacción En Orsai // Viernes 09 de octubre de 2015 | 08:50
Jaqueado por las denuncias por las contrataciones ilegales a los empresarios amigos, el macrismo no tuvo más remedio que aceptar lo que es una práctica natural de operar con los fondos públicos.
Al respecto, Lombardi fue consultado en Radio Nacional sobre los contratos que Nicolás Caputo, amigo personal de Macri y asesor en su primer período al frente del Gobierno de la Ciudad: “Es una licitación por La Usina del Arte que depende del Centro Cultural San Martín. La obra la hizo la empresa de Caputo y fue licitada en el gobierno de Jorge Telerman. Las contrataciones directas tienen que ver con el mantenimiento de la obra. Hasta que se hace la recepción definitiva, por un problema legal, el mantenimiento lo hace la empresa que lo construyó. Es un tema de práctico, una práctica frecuente“.
En tanto, el Ministro enmarcó todas las denuncias por corrupción a la campaña presidencial. “La circunstancia de la denuncia la hace sospechosa. Estamos a dos semanas de la elección. No hay que darle entidad”.
Respeto de los sobreprecios que se verificaron en materia de Publicidad Oficial y que pesa una denuncia penal de varios emisoras por no haber cobrado lo denunciado por el macrismo, Lombardi indicó que “es obvio que hay una diferencia entre lo que recibe una radio y lo que recibe un bolsero de publicidad, que es un mayorista”.
Lo que significa una serie de importantes irregularidades, para el macrismo solo se trata de actos de campaña. Así deciden eludir no dar respuestas certeras sobre los casos de corrupción que echan por la borda la estrategia de campaña sostenida en la supuesta “trasparencia”.