Con el uso de la capacidad instalada en un preocupante 60% y un panorama desolador para las pequeñas y medianas empresas, las medidas del gobierno de Javier Milei se muestran insuficientes y ajenas a las necesidades urgentes de un sector que clama por reactivación
comunicado de prensa // Lunes 23 de septiembre de 2024 | 07:41
Crisis PYMES: Un camino a la quiebra bajo la gestión Milei**
La industria argentina se sumerge en una caída alarmante, con una retracción del 8,7% en agosto y un 16,9% en el acumulado anual, mientras el gobierno ignora la realidad del sector.
En un contexto donde las pequeñas y medianas empresas (PYMES) son el corazón del entramado productivo argentino, los datos publicados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) arrojan cifras que son un verdadero grito de alerta. La actividad manufacturera de estas industrias cayó un 8,7% en agosto en comparación con el mismo mes del año anterior, acumulando una alarmante baja del 16,9% en los primeros ocho meses de 2024. En un país donde la producción se ha vuelto un lujo, el gobierno de Javier Milei parece navegar en una dirección opuesta a la de las necesidades del sector.
La desoladora situación se refleja en el uso de la capacidad instalada, que se sitúa en un 60%, apenas por encima de los niveles más críticos, pero aún a 10 puntos por debajo de lo que se registraba a principios de año. Esta capacidad infrautilizada es una clara señal de la falta de demanda interna y del impacto de un modelo económico que parece desconectado de la realidad de quienes generan empleo y producción en el país.
Los números son contundentes: el sector de “Papel e impresiones” se lleva la peor parte con una caída interanual del 21,1%, seguido por “Químicos y plásticos” con un 15,5%. Sorprendentemente, el rubro que menos se contrajo fue el de “Maderas y muebles”, que sufrió un descenso de solo 1,1%. Este último rubro experimenta un ligero repunte, quizás impulsado por la demanda en el sector de la construcción, pero las perspectivas siguen siendo sombrías.
**Los alimentos y bebidas**, uno de los sectores más críticos, no escapan a la debacle. Con una caída del 10,8% en agosto y una baja acumulada del 16,4%, las empresas enfrentan el dilema de una mayor estabilidad en los precios, pero con una demanda que ha decrecido debido a la estrategia de “stockeo” de muchos distribuidores. La ironía de este contexto es que, mientras algunos sectores ven caer sus números, aquellos vinculados a la exportación parecen salir un poco más ilesos.
El sector textil, que alguna vez fue un baluarte de la industria nacional, también siente el peso de la crisis. La producción se contrajo un 3,6% en agosto y un 3,7% en el acumulado del año. Con un mercado inundado de productos importados, la industria local se encuentra atrapada entre la competencia desleal y una demanda interna que sigue cayendo. Las fábricas, ahogadas por los costos y la falta de pedidos, ven cómo sus trabajadores enfrentan un futuro incierto.
El panorama es aún más preocupante cuando se consideran las medidas que los empresarios consideran necesarias para revertir esta situación. Más del 58% de ellos exige una reducción de impuestos, mientras que solo un 14,6% apunta a estimular la demanda interna. Estos datos evidencian la falta de estrategias efectivas por parte del gobierno para contener el desastre que enfrenta el sector. Las medidas de Javier Milei parecen estar más enfocadas en recortes de gasto que en generar condiciones propicias para el crecimiento y la estabilidad.
INFORME - Los escándalos de Corrupción en el Gobierno de Javier Milei
Los desafíos que enfrentan las PYMES son abrumadores. Con altos costos de producción y logística, y una demanda en declive, la situación se torna insostenible. Un 16,7% de las empresas encuestadas admitieron dificultades para pagar salarios en el mes en curso, siendo los sectores de alimentos y textil los más afectados. Este dato no solo es un reflejo de la crisis económica, sino un testimonio del sufrimiento humano que hay detrás de cada cifra.
En este contexto, el gobierno de Milei parece estar sumido en una burbuja, ignorando las señales de alarma que emanan de un sector clave para la economía. La necesidad de políticas que no solo reduzcan la carga tributaria, sino que también fomenten el consumo interno, se hace cada vez más urgente. Las PYMES no pueden ser vistas como meras estadísticas en un informe, son el pulso de una economía que clama por reactivación y apoyo.
La situación actual de la industria pyme en Argentina es un claro indicador de que la receta del “ajuste” no es la solución mágica que promete el gobierno. Las políticas deben ser acompañadas de una mirada comprensiva hacia la realidad productiva, donde las PYMES juegan un papel fundamental. La historia nos enseña que los sectores más vulnerables son siempre los primeros en sufrir en tiempos de crisis, y este momento no es la excepción.
Mientras el gobierno persiste en su estrategia, el sector industrial sigue viendo caer sus bases, amenazando con un futuro sombrío que solo parece profundizarse.
¿QUÉ PASÓ CON EL SECTOR MANUFACTURERO PYME EN AGOSTO?
— CAME (@redcame) September 22, 2024
?? Cayó 8,7% interanual y suma una retracción de 16,9% en los primeros ocho meses del año.
?? El uso de la capacidad instalada se ubicó en el 60%.
?? Los rubros más afectados fueron Papel e Impresiones (-21,1%) y Plásticos y… pic.twitter.com/pQRHjlygG3