La presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Piera Fernández de Píccoli, adelantó en el Informativo FARCO que la semana que viene se define la fecha para la movilización, que el veto de Milei no es por una cuestión de números para proteger las cuentas del Estado equilibrio fiscal y que el ajuste del gobierno a la universidad no tiene precedentes en la historia del país.
Fotos: (@_pierafernandez).
Por FARCO noticias // Viernes 20 de septiembre de 2024 | 09:28
La comunidad universitaria argentina define una nueva marcha nacional en defensa de la educación y en contra del veto del presidente Javier Milei a la ley de financiamiento que aprobó el Congreso.
La presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Piera Fernández de Píccoli, adelantó en el Informativo FARCO que la semana que viene se define la fecha para la movilización, que el veto de Milei no es por una cuestión de números para proteger las cuentas del Estado equilibrio fiscal y que el ajuste del gobierno a la universidad no tiene precedentes en la historia del país.
“Nos parece frustrante y una decisión muy necia por parte del gobierno. Todos estos días hemos estado haciendo un llamado a la reflexión del Poder Ejecutivo porque comete el error de desoír a una comunidad universitaria que está pidiendo lo que necesita par poder funcionar en una situación de ahogamiento que no tiene precedente en la democracia argentina”, afirmó en comunicación con el noticiero nacional.
También indicó que la lógica del gobierno es la de la imposición. “No hay apertura al diálogo, a la construcción de consensos, puntos intermedios. Todo es imposición y eso termina llevando hacia el escenario de un ajuste brutal”.
La marcha hacia el Congreso es una convocatoria conjunta de los gremios docentes y no docentes, los rectores y rectoras y los y las estudiantes para “exigirle a los diputados que junten esos dos tercios necesarios para rectificar esta ley”, adelantó Fernández de Píccoli.
La presidenta de la FUA explicó que el 85% de los docentes universitarios está por debajo de la línea de la pobreza. Por eso se preguntó “cuánto puede un profe prepara una clase, seguirse formando, si tiene que tener varios trabajos para poder llegar a fin de mes” y opinó que con el veto el Ejecutivo “está atacando el acceso irrestricto que tiene la universidad pública producto de que va expulsando estudiantes del sistema”.
“Las becas estudiantiles también han sido profundamente deterioradas, en particular las Progresar que perdieron más de la mitad de su poder adquisitivo en un contexto donde para un estudiante los alquileres se triplicaron, los servicios se triplicaron, el transporte se triplicó en precios. ¿Cuál es el modelo de universidad que están imponiendo, que esperan que pueda hacer la universidad pública en un contexto así?”, completó.
Sobre la estrategia del gobierno de usar el veto para rechazar las leyes que ponga en riesgo las cuentas del Estado, consideró que “el impacto fiscal que tiene esta ley de financiamiento universitario es de apenas del 0,14% del PBI”.
“Si uno analiza la cuestión salarial, que es la más grave que estamos teniendo en el sistema universitario, apenas tiene un impacto del 0.08% del PBI. Eso es lo que hoy el gobierno nos está negando, migajas”, subrayó. En esa línea, explicó que si se compara a nivel latinoamericano la inversión por estudiante que asiste a alguna universidad nacional es siete veces menor que la de la Universidad de Sao Pablo o 15 menos que la de la México.
“Si uno compara los recursos con los que cuentan las universidades en América Latina no es una cosa que pueda indicar que hay un gasto exorbitante. Cuando plantean eso, lo hacen en el marco de desprestigiar, hablando que son cajas negras, donde hay corrupción que no se quieren auditar, lo cual es totalmente falso. La ley de financiamiento universitario prevé fortalecer las auditorias de la auditoria general de la nación. Insta a la AGN a que audite a las universidades. Eso Milei lo va a vetar donde toda la campaña durante el año fue llamar a hacer auditorias”, insistió.
Fernández de Píccoli advirtió que los estudiantes universitarios viven una situación de incertidumbre acerca de si van a continuar con sus carreras porque cada vez se hace más difícil alquilar, pagar los servicios, moverse en transporte público, entre otras dificultades. “Lo mismo le pasan a los docentes, no docentes, es un momento muy complejo, difícil. Hay mucho trabajo, dedicación, vocación, esfuerzo en toda la comunidad universitaria para poder cursar, dar clases y que realmente eso esté en riesgo de esta manera genera un nivel de angustia terrible”.
“Eso expulsa, frustra, genera muchas veces abandono del proyecto por parte de los estudiantes. Ahí es donde hay que estar atentos, poner el foco y luchar todos juntos para que no suceda”, remarcó.