La Conferencia Episcopal Argentina se refirieron a las tareas de inteligencia realizadas hacia el Monseñor Jorge Lugones, Obispo de Lomas de Zamora y Presidente de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social.
ambito.com // Viernes 12 de junio de 2020 | 21:53
La Iglesia emitió un comunicado con el que repudian las tareas de inteligencia ilegales llevadas adelante por el gobierno de Mauricio Macri y expresan su solidaridad con el Monseñor Jorge Lugones, Obispo de Lomas de Zamora y Presidente de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social, quien se encuentra en la lista de las personalidades y referentes sociales espiados.
La Conferencia Episcopal Argentina publicó en su cuenta oficial de Twitter que mantienen "la esperanza" para que se pueda "desterrar de nuestra República estas acciones contrarias a los valores de la democracia y que afectan gravemente la libertad individual y la privacidad de los ciudadanos".
#Mensaje de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal #Argentina en solidaridad con Mons. Jorge Lugones, Obispo de Lomas de Zamora y Presidente de la Comisión Episcopal de #PastoralSocial.#CEA pic.twitter.com/AuSHRM5h6x
—Conferencia Episcopal Argentina (@EpiscopadoArg) June 11, 2020
La Comisión Ejecutiva del organismo, conformado por los obispos Oscar Ojea, presidente, de los vicepresidentes Mario Poli y Marcelo Colombo, y del secretario general, Carlos Malfa, manifestó que confía en que se pueda llevar adelante "la investigación que incluye a sacerdotes, políticos, funcionarios y periodistas".
Esta posición de la iglesia se sumó esta semana a la de la Comisión de Justicia y Paz (CNJP), organismo que difundió una declaración para repudiar también esta práctica ilegal y se solidarizó con los familiares de las víctimas.
"Nada puede justificar las escuchas ilegales o las presiones que presuntamente se pretende ejercer sobre las víctimas de tales acciones. La democracia no admite subsuelos turbios que refugian y facilitan abusos y prácticas ilegales. La democracia se fortalece con institucionalidad y transparencia”, recordó.
Y añadió: “Mal destino nos esperaría como país si llegáramos a naturalizar o justificar ciertos procedimientos en función de banderías o intereses políticos partidarios. Son execrables, cualquiera sea el signo del gobierno que las practica o permite”.