
El exjefe de Asuntos Internos de la Policía Bonaerense, será indagado por el juez platense Federico Atencio. Es por la causa que lo tiene sindicado, junto a su esposa María Rosario Sardiña, como el encargado del espionaje ilegal.
ambito.com // Viernes 26 de junio de 2020 | 09:47
El lunes Guillermo Berra, exjefe de Asuntos Internos de la Policía Bonaerense, será indagado por el juez platense Federico Atencio en la causa que lo tiene sindicado, junto a su esposa María Rosario Sardiña, como el encargado del espionaje ilegal a políticos del peronismo bonaerense, fiscales, empresarios y búsqueda de movimientos económicos de municipios.
Su jefa política, María Eugenia Vidal, fue quien lo convocó para el cargo cuando asumió como gobernadora en 2015. El 15 de mayo de 2018, Vidal participó junto a Elisa Carrió de una charla en el Instituto Hannah Arendt. Durante el encuentro, la por entonces gobernadora bonaerense, aseguró: “Con Guillermo éramos vecinos de Morón y él trabajaba en la Auditoría de la Ciudad con Paula Oliveto, ahí nos conocimos”.
Y siguió respecto a la relación con Berra: “Cuando me tocó ser gobernadora necesitábamos que el área de Asuntos Internos que es la que controla a la policía de la Provincia dejara de estar en connivencia con la Policía”.
“Así fue como lo convoqué a Guillermo”, contó en aquel entonces Vidal, dejando en claro su jefatura sobre Berra.
“Fue difícil para Guillermo, se metió en allanamientos personalmente, en las comisarías, en municipios acusados de corrupción”, dijo Vidal sobre la tarea de su vecino de Morón.
“Fueron robados a los bonaerenses. No a este gobierno, sino a los bonaerenses, se los ha dejado, se los ha privado, como hemos presentado, repito, varias veces, de recursos por casi 8 billones de pesos durante este año”, denunció en conferencia de prensa el ministro de Gobierno, Carlos Bianco.
Desde su rol junto a Santiago Caputo, Macarena Alifraco ha tejido un entramado de poder basado en la desinformación, las alianzas opacas y el control comunicacional. En medio de una crisis social y económica, su figura expone las grietas de un gobierno que prioriza relatos sobre políticas públicas.
En una jugada que concentra aún más el poder en las manos de los gigantes industriales, Paolo Rocca lideró la intervención en la UIA Joven, desplazando a empresarios emergentes que buscaban renovar la dirigencia. La estrategia marca un viraje hacia el inmovilismo, en sintonía con un gobierno que profundiza la crisis económica y social.
En Argentina, este delito subió 59,65% en un mes y el 96,83% ocurrieron en la vía pública.