
En Argentina y el mundo ha habido un amplio debate sobre posibles fines ocultos en las instalaciones en Neuquén así como la existencia de cláusulas secretas. ¿Qué hay de verdad en todo esto?
Roque Pérez // Viernes 15 de marzo de 2024 | 07:29
(Por Roque Pérez) A mediados de septiembre de 2022 un video mostrando una serie de explosiones en la Base China instalada en la Patagonia Argentina sacudía las redes sociales con cientos de miles de reproducciones.
Como tantas cosas que se han escrito y circulado sobre la base, eran fake o, si prefiere, puras mentiras, que partían de cuentas que hoy hacen campaña antikirchnerista, enfocadas principalmente en la figura del candidato natural del movimiento, Axel Kicillof.
NO HAY CONFIRMACIONES
— Alberto Oscar Morris (@aomorris) September 19, 2022
SI AYER HUBO ...
TERRIBLES EXPLOSIONES EN LA BASE CHINA QUE TENEMOS EN LA PATAGONIA...
NO SE SABE QUE EXPLOTÓ... NI LAS VICTIMAS QUE HUBO. pic.twitter.com/G3Ngaq3qIQ
La tentación para los detractores de «la década ganada», en una posible confabulación que incluye a Cristina Kirchner, el gobierno chino y una base cuasi secreta es muy apetecible. Nacen así decenas de relatos que ahondan en conspiraciones, espionaje, cláusulas encriptadas, pasadizos secretos y todo lo que la imaginación sin límites pueda crear. Pruebas ninguna, obvio. Pero en el multiverso de las redes sociales éstas son tan necesarias y abundantes como los signos de puntuación.
Orígenes
Corría el año 2014 y en Neuquén cerca de Las Lajas, comenzó la construcción de la Base. De la misma participaron cerca de 300 obreros argentinos de distinta calificación, mas un par de docenas de chinos, con un perfil más técnico, los cuales dirigían la obra. La misma demandó algunos años (finalizó en 2017) y se trata de un complejo que cuenta con cocina, dormitorios, un gimnasio y, obviamente, el radar. Enorme en tamaño la mayor de dos antenas circulares –mide doce pisos de altura, 450 toneladas de peso y cuenta con un extenso diámetro– es visible a mucha distancia por estar en medio de una planicie desértica
Luego de una serie de negociaciones que se iniciaron por 2009, en noviembre de 2012 se llegó finalmente a un acuerdo por el que China obtenía el derecho a utilizar el terreno —sin pago de renta— durante cincuenta años. El mismo fue firmado por la empresa estatal china Lanzamiento de Seguridad y Control de Satélites (CLTC) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) argentina.
Para China la base satelital es muy importante. Es la única que está emplazada fuera de su país, y es clave para su ambicioso proyecto de llevar al primer humano al lado oscuro de la Luna en el 2040. Para poder seguir con el radar a sus expediciones con destino espacial, necesitaban triangular pero, a pesar de la amplitud de su territorio, la geomorfología terrestre le puso sus límites y nuestra patagonia le venía al dedillo.
La Estación ofrece un servicio de soporte a las misiones que lanza el Programa Chino de Exploración Lunar y el Programa Chino de Exploración del Sistema Solar. Desde que se instaló en Neuquén colaboró con el seguimiento de un vehículo espacial que llegó a Marte, otro que llegó a la Luna y de un satélite que se puso en órbita como antesala al desembarco en el lado oscuro.
Operativamente la base, a pesar de que a sus detractores les gusta llamar «militar» dada su dependencia del Ministerio de Defensa chino, posee un exclusivo fin científico y cuenta con una dotación de seis delantales blancos ocupándola con misiones semestrales, que van rotando; viven ahí y salen poco: una vez por semana concurren al «Argenchino» de Las Lajas a hacer las compras. Más allá de suspicacias fabuladas, y de que tanto el gobierno de Cristina como el de Macri se ocuparon explícitamente de prohibir su uso militar, tampoco físicamente da para mucho. Lo que se ve dentro de la base no alimenta demasiadas teorías conspirativas: los espacios de trabajo son grandes oficinas llenas de computadoras, y varios servidores tamaño heladera. En cuanto a la seguridad interna, no se ven uniformados ni gente armada, apenas personal de maestranza que abre los portones enrejados a cualquier visitante autorizado, por ejemplo, los científicos de la CONAE que concurren periódicamente a la base, tal cual los habilita el convenio.
¿Cláusulas secretas?
El propio Mauricio Macri llegó a dar validez a la existencia de cláusulas secretas. Claro que lo hizo en la campaña presidencial de 2015, alimentando el odio contra el gobierno Kirchner, y prometió revelarlas al llegar a la presidencia. Nada de eso pasó pues, sencillamente, no había nada.
Y actualmente, dada la abierta política comunicacional anti-China del actual gobierno ¿imaginan la existencia de un acuerdo secreto entre Cristina Kirchner y Xi Jinping que tanto Milei como Diana Mondino estén ocultando?
TV alemana
También los vecinos suelen asistir de visita. Un informe preparado recientemente por la Televisión Pública alemana (bastante lejos de simpatías con China) derrumba los pocos mitos que pudieran mantenerse en pié a esta altura de los acontecimientos.
Fuentes:
NO ES CHISTE
— En Orsai (@EnOrsai) March 13, 2024
Milei cede soberanía: Militares estadounidenses tomaran el control de la Hidrovíahttps://t.co/MR5pX6S9CQ