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La especulación de los grandes supermercados afectó a los más vulnerables en la Ciudad

Programas como Ciudadanía Social Porteña vienen siendo atacados por las grandes cadenas, que suben los precios de los alimentos cada vez que se recargan los tickets sociales. ¿Se detendrá esta especulación a partir del congelamiento de precios dispuestos por el gobierno nacional?

La especulación de los grandes supermercados afectó a los más vulnerables en la Ciudad

Jueves 28 de octubre de 2021 | 08:52

(Por Jackson Jean) El martes 19 de octubre, el gobierno nacional publicado en el Boletín Oficial la Resolución 1.050 / 2021 que congela por 90 días los precios de los alimentos y otros productos de consumo masivo. Sin embargo, los supermercados de la Ciudad de Buenos Aires -y también a nivel nacional- vienen especulando con las personas más vulnerables asistidas alimentariamente por el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño.

Así como el gobierno nacional brinda ayudas como la Tarjeta Alimentar, ProHuerta y la asistencia a comedores comunitarios y merenderos, el Ejecutivo de la Ciudad posee varios programas de ayudas alimentarias destinadas a las y los porteños. El ticket social, por ejemplo, busca acompañar económicamente a familias porteñas con más de 2 años de residencia o solicitantes de refugio y asilo en situación de calle y/o inseguridad alimentaria que no están cobrando ningún otro beneficio a nivel nacional con el objetivo de facilitarles el acceso a productos de primera necesidad.

Este programa existe desde julio de 2008 reemplazando al Programa de Asistencia Alimentaria Directa a Familias, a través del cual el Gobierno de la Ciudad entregaba cajas de alimentos mensualmente en los hogares necesitados. Según los datos de la Defensoría General de la Ciudad (2018), son 4.874 las y los asistidos. El Gobierno de la Ciudad otorga también otros «tickets» más conocidos como Ciudadanía Social Porteña con el mismo objetivo, pero además para garantizar el acceso a productos sanitarios y la continuidad educativa. Este último programa alcanza a 38.401 hogares que equivalen a 101.673 personas.

Con estas tarjetas magnéticas no extraíbles y pre-cargadas automáticas emitidas por el Banco Ciudad y CABAL, solo se pueden utilizar para la adquisición de alimentos, productos de limpieza e higiene personal y útiles escolares solo en las grandes cadenas de supermercados y las Ferias Itinerantes de Abastecimiento Barrial (FIAB). Desde la llegada de la pandemia, varios beneficiarios de estos programas detectaron que cada vez que se recargan los tickets sociales y el programa Ciudadanía Social Porteña en los supermercados suben los precios en la primera semana. Después de dos semanas aproximadamente, estos precios vuelven a su valor anterior.

Sin embargo, se puede leer en el sitio del Gobierno de la Ciudad que los beneficiarios de estos programas supuestamente reciben estas ventajas cuando compran en estas empresas:

? Supermercados Coto: lunes y miércoles, 10% de descuento en línea de cajas.

? Supermercados Dia%: miércoles, 10% de descuento con reintegro sin tope en la tarjeta.

Para poder obtener estos descuentos, por ejemplo, en Coto, hay que solicitar, como cualquier cliente, a través de su página web una tarjeta denominada Comunidad Coto y para finalizar el proceso es obligatorio dar consentimiento y aceptar los términos y condiciones, entre ellos, que Coto trate y / o transfiera las informaciones personales contenidas en su base de datos, a sus agentes y / oa terceros con multas publicitarios y / o promocionales. Y que cualquier impuesto, tasa, derecho, contribución u obligación aplicable como consecuencia estará a cargo de la persona que solicita la tarjeta.

A pesar de que es muy poco lo que otorga el Gobierno de la Ciudad para la «seguridad alimentaria» de una persona en condición de vulnerabilidad social -básicamente 1100 pesos por mes (Ticket Social) y 5500 por mes (Tarjeta Ciudadanía social porteña); en caso de que sea un grupo familiar se añaden 1500 pesos (Ciudadanía Porteña) o 500 pesos (Ticket Social) por personas-, dichos depredadores agroalimentarios comprar exponencialmente los precios de los productos comestibles y cosméticos básicos que vinieron a las personas en situaciones de extrema pobreza que el Gobierno de la Ciudad está subsidiando con un miserable monto. Después de una semana, la mayoría no tiene más saldo y entonces los precios retornan a su valor original.

El Ejecutivo de la Ciudad posee varios programas de ayudas alimentarias destinadas a las y los porteños, pero desde hace tiempo su monto resultante insuficiente.

TESTIMONIOS

Sofía Loga, mujer desempleada y solicitante de refugio, madre de dos nenes:

«No me dura ni una semana el subsidio del Gobierno de la Ciudad. Recientemente se cargó mi tarjeta social porteña y cuando fui al supermercado DIA subieron los precios. Tuve que comprar un paquete de pañales por 459 pesos. Después de una semana, cuando no tenemos más saldos, volvieron a poner los precios normales que es de 293 pesos ».

Hombre discapacitado que vive en una pensión:

«Soy jubilado, observo lo mismo cada vez que me pagan. Los mercados suben los precios. Después de una semana, los bajan. Creo que hacen lo mismo con todas las ayudas sociales (Aliment.ar, AUH, IFE…) Con la inflación y la especulación, ni puedo hacer un asado cuando cobro ».

Mirta Ojeda Velázquez, kioskera frente de la Plaza Constitución:

«Nosotros los kiosqueros no podemos vender a los poseedores de estas tarjetas sociales porque no estamos habilitados para que ellos compren en nuestros pequeños negocios. Además, con las cadenas de supermercados que invaden nuestro mercado estamos a punto de desaparecer. Venden Sube, minutos de celulares, etc. Son mayoristas y minoristas a la vez. Existimos hasta el presente porque todavía no venden cigarrillos ».

Juan, inmigrante chino y dueño de un supermercado:

«Mi supermercado acepta tarjeta de débito y crédito, porque el mercado cambia. Pero desconozco las tarjetas sociales porque la gente nunca vino a comprar con ellas en mi negocio quizás porque no les permiten. Nuestros supermercados son los más vulnerables. Tenemos pocas ganancias, la AFIP y AGIP nos cierran por cualquier detalle. Durante el calor, agentes de policía siempre vinieron a pedirnos botellitas de agua o coca, cosas que no harán en DIA o COTO».

En este marco, las preguntas más urgentes son: ¿cómo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires va a resolver el problema del abuso de precio de estos grandes supermercados si sigue teniendo una política neoliberal donde prefiere no intervenir? ¿Aceptará el GCBA que estas empresas multimillonarias sigan «robando» indirectamente los 2500 o 6500 pesos de los más empobrecidos y vulnerables? Estas respuestas las tiene solo el Gobierno de la Ciudad.

Fuente: elgritodelsur.com.ar

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