"Muchas veces el poliestireno se utiliza para fabricar vasos y platos desechables, bandejas, cajas de poliestireno de espuma, vasos de yogur o envases de huevos. Los fabricantes suelen elegirlo porque es más barato, pero en realidad es un plástico tóxico y dañino debido a la tecnología de su producción", según explicó el organismo.

La descomposición de los polímeros de espuma puede generar sustancias cancerígenas (estireno). Este material se degrada con la luz, las influencias mecánicas e ionizantes, el agua, el ozono, el oxígeno y, sobre todo, el calor. Por este motivo, el poliestireno de espuma no debe calentarse. Tampoco debería almacenarse en ellos alimentos grasos y, en general, no se recomienda este material para entrar en contacto con los alimentos.

"No se debe calentar ningún plástico porque empieza a liberar sustancias tóxicas que pueden entrar en el cuerpo y causar daños a la salud. Por ejemplo, el plástico PET se ablanda y pierde su forma cuando se calienta a 60 grados, el PVC a 65-70 grados, el poliestireno a 100 grados. En un microondas, la temperatura máxima de los alimentos calentados puede alcanzar los 100 grados", explicó el director general de REO, Denís Butsáyev.

Los alimentos pueden envasarse en diferentes tipos de plástico, sin embargo las comidas preparadas se deben almacenar en envases de vidrio reutilizables o cerámica.