En una entrevista, Edgardo Esteban, ex combatiente de Malvinas y actual director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, compartió sus reflexiones sobre la trascendencia histórica de las Islas Malvinas y la inquebrantable posición de no negociación. Con un llamado a la comprensión y una invitación a la acción, Esteban destaca la importancia de preservar la identidad nacional y priorizar la causa Malvinas por encima de las diferencias políticas.
Redacción EnOrsai // Lunes 11 de septiembre de 2023 | 14:16
Edgardo Esteban, ex combatiente de Malvinas y actual director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, participó en una entrevista realizada en el programa "Desayuno de Campeones" por FM La Patriada, espacio conducido por Manu Pol y Constanza Viñas.
Durante el transcurso de la conversación, Esteban hizo hincapié en la trascendencia de comprender la historia de las Islas Malvinas anterior a la usurpación. Remarcó que ya en el año 1820, la enseña celeste y blanca flameaba en el archipiélago, señalando así la presencia de una comunidad establecida en ese territorio.
El ex combatiente subrayó de manera enfática la no negociabilidad del tema Malvinas, manifestando su repudio hacia lo que considera actitudes de cipayismo, las cuales, en su percepción, resultan inadmisibles. Para Esteban, Malvinas no es solo un tema coyuntural, sino una cuestión de Estado que debe prevalecer por sobre los cambios de gobierno, y que a su vez, conforma un elemento integral de la identidad nacional, trascendiendo las diferencias políticas.
Esteban alentó a Diana Mondino, con un tono enérgico, a visitar Ushuaia, Río Grande y Río Gallegos, instándola a experimentar de primera mano el significado profundo que las Islas Malvinas tienen para la Patagonia y para el conjunto del país. Asimismo, resaltó la imperiosa necesidad de reconocer la primacía de ciertos asuntos, que deben prevalecer por encima de las convicciones políticas individuales.
Finalmente, el ex combatiente compartió un deseo personal con marcada emotividad: anhela poder presenciar el momento en que la bandera celeste y blanca ondee en las Islas Malvinas, un sueño que anhela cumplir antes de que llegue el fin de sus días.