La empresa de sanitarios ubicada en Villa Rosa cesará sus actividades durante tres meses, despidiendo a gran parte de su personal en medio de una recesión que golpea ferozmente al sector industrial de Pilar.
Domingo 09 de junio de 2024 | 10:19
La crisis económica que atraviesa Argentina sigue cobrando víctimas en el sector industrial, especialmente en Pilar, donde varias empresas han anunciado suspensiones y despidos masivos. La última en sumarse a esta lista es Ferrum, un gigante de la producción de sanitarios, que ha decidido paralizar su planta ubicada en Villa Rosa durante tres meses a partir del 1° de julio, aunque la medida podría adelantarse tras el próximo fin de semana largo de junio.
Los despidos en Ferrum han comenzado a sentirse con fuerza. Según fuentes internas de la empresa, que prefirieron mantener el anonimato por temor a represalias, "esto ya se venía diciendo desde la segunda quincena de mayo". La falta de demanda, principalmente debido a la caída en el sector de la construcción, ha llevado a una acumulación de stock que hizo inevitable la paralización de la producción.
Las decisiones de Ferrum no son aisladas en la región. Empresas como FV, Akapol y Whirlpool han tomado medidas similares, evidenciando una crisis industrial profunda. FV, uno de los mayores fabricantes de grifería del país, suspendió a 800 trabajadores por tres meses; Akapol, fabricante de adhesivos, suspendió a todos sus empleados por 60 días; y Whirlpool, multinacional de electrodomésticos, cerró un turno de producción y despidió a 60 trabajadores en su fábrica de lavarropas inaugurada hace poco más de un año en Pilar.
Los despidos en Ferrum han sido un proceso doloroso y caótico. La empresa comenzó por aquellos empleados con sumarios abiertos, luego eliminó la compañía de limpieza tercerizada, obligando a algunos empleados efectivizados a realizar tareas de limpieza. "Incluso algunas oficinas y baños son limpiados por los propios jefes o supervisores", comenta la fuente interna. El resultado es un ambiente de trabajo donde en algunos sectores apenas queda la mitad de los empleados originales, con la promesa de ser recontratados si la producción se recupera.
Entre los despedidos se encuentran tanto empleados recientes como veteranos con más de 20 años en la empresa. "Nunca viví algo así, salvo un momento parecido en el gobierno de (Mauricio) Macri", afirmó uno de los trabajadores afectados, destacando la gravedad de la situación actual.
La decisión de Ferrum de suspender la producción está vinculada directamente con la baja en la demanda y el exceso de stock. La caída en la construcción ha sido un factor determinante, sumado a la situación económica general del país. Mientras se negocia el porcentaje de salario que recibirán los trabajadores durante los meses de suspensión, se ha dispuesto una guardia mínima para evitar apagar los hornos y estar preparados en caso de recibir algún pedido significativo.
La situación de Ferrum refleja un panorama sombrío para la industria de Pilar y, por extensión, para toda la industria argentina. La recesión no solo afecta a los trabajadores directos, sino también a los servicios tercerizados y a las comunidades que dependen de estas fuentes de empleo. Con cada anuncio de suspensión y despido, se profundiza la incertidumbre económica y social en una región que alguna vez fue próspera.
El impacto de esta crisis se ve agravado por la falta de políticas efectivas para sostener a la industria en momentos críticos. Las medidas tomadas por las empresas, aunque necesarias para su supervivencia, evidencian la falta de un plan económico nacional que pueda mitigar estos efectos. La recesión, la inflación y la caída del consumo configuran un cóctel explosivo que sigue cobrándose empleos y debilitando el tejido industrial del país.
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