(Por Osvaldo Peralta - @OPeraltaOK) Las PASO, concebidas para definir las candidaturas para las elecciones generales, tuvieron un impacto significativo en la arena política argentina y dejaron en evidencia el estado de ánimo de la sociedad.

Desde tempranas horas, los comicios presagiaban sorpresas. Las mesas testigo y los primeros datos que circularon por WhatsApp indicaban un apoyo inusualmente alto para Milei y su plataforma de ultra derecha. Esta tendencia tomó forma con el correr de las horas, consolidándose finalmente en una victoria que ubicó al candidato en el tercer tercio de las preferencias, con más de 7 millones de votos y un porcentaje nacional del 30,1%.

Además, Milei obtuvo notables triunfos en múltiples distritos, como Córdoba, Mendoza, Santa Fe, San Luis, Misiones, Jujuy, Salta, entre otros, donde se posicionó como el candidato más votado.

La sede de campaña de La Libertad Avanza, ubicada en el Hotel Libertador en el centro de Buenos Aires, se convirtió en el epicentro de celebraciones efusivas y discursos enérgicos. El lema "que se vayan todos," resonando como un eco de los eventos de 2001, encapsuló el sentimiento de cambio y rechazo a la clase política tradicional. Milei, en su discurso de victoria, denunció la "casta política parasitaria y chorra que hunde al país," estableciendo una retórica fuertemente antipolítica y antiesquema.

La victoria de Milei reveló una profunda división en la sociedad argentina. Su base de apoyo, aunque heterogénea, compartía un denominador común: el descontento y la frustración ante la situación económica y política. Este respaldo no necesariamente representó un apoyo ideológico, sino más bien un rechazo generalizado a la clase política establecida. El voto a Milei se percibe como una expresión de la bronca ciudadana canalizada hacia una postura antisistema.

La victoria de Milei reconfiguró el panorama político argentino. La fuerza tradicional del macrismo se vio desplazada en varios distritos, y las posibilidades de reconfiguración en la oposición adquirieron relevancia. La retórica antipolítica de Milei y su plataforma económica liberal extrema presentan un desafío para las demás fuerzas políticas y un llamado de atención sobre la necesidad de comprender y abordar las preocupaciones ciudadanas.

A pesar de su éxito en las PASO, el discurso de Milei también ha generado preocupaciones y críticas. Su rechazo a la "justicia social" y su postura en contra de los derechos sociales y laborales han suscitado inquietudes en sectores que valoran la equidad y la inclusión. Además, su identificación con ideologías de extrema derecha y su retórica en algunos casos polarizante, plantean interrogantes sobre la cohesión social y la convivencia política en el país.

Las elecciones PASO de 2023 marcaron un punto de inflexión en la política argentina, con la emergencia de Javier Milei como figura central. Su victoria refleja un profundo descontento ciudadano y subraya la necesidad de una comprensión más profunda de las preocupaciones sociales y económicas. El panorama político se presenta desafiante y sugiere que las elecciones generales de octubre serán cruciales para el rumbo futuro de Argentina. En este contexto, el rol de Milei y su movimiento plantean cuestionamientos cruciales sobre la dirección política y el futuro de la sociedad argentina.