Los periodistas Mauro Brissio y Lourdes Zuazo, de Canal Extra,  desenmascararon la edición manipulada, donde se muestra a Massa aparentemente diciendo: "Te pediría que dieras la vida por mí", acompañado de un zócalo llamativo. Sin embargo, al contrastar con el video original, queda en evidencia que la declaración auténtica de Massa fue: "Yo no sé si te pediría que dieras la vida por mí".

Este acto de manipulación mediática ha generado controversia al intentar reforzar un prejuicio perjudicial: el estigma de que los militantes son simples seguidores irracionales, cegados por su ideología y dispuestos a sacrificarlo todo por sus líderes.

La edición engañosa busca alimentar la percepción de que estos seguidores son una suerte de "zombies" que actúan de manera fanática, sin capacidad de razonamiento.

De esto hablamos hoy: pic.twitter.com/PBCWDcv9y7

— Mauro Brissio (@BrissioMauro) August 3, 2023

La difusión de contenidos alterados con el propósito de moldear la percepción pública es un recordatorio urgente de la importancia de verificar y cuestionar la información presentada en los medios de comunicación.

La manipulación de discursos para encajar en narrativas preconcebidas socava la confianza en la objetividad y la integridad del periodismo, y resalta la necesidad de mantener un escepticismo informado ante la avalancha constante de información.

En un entorno mediático donde las imágenes y las palabras pueden ser alteradas con facilidad, es esencial que los ciudadanos estén alerta y busquen la verdad detrás de las narrativas construidas.

La responsabilidad recae tanto en los medios que presentan información como en los consumidores que la absorben. En última instancia, la búsqueda de la verdad y la resistencia a la manipulación son fundamentales para preservar la salud de la democracia y el debate público informado.