En esta línea, afirmó que "Argentina va a contar con dosis para 10 millones de habitantes para enero y febrero" y que "en marzo comenzará la provisión de la vacuna que le toca a Argentina". "Llegaremos a julio y agosto con la mitad de la población vacunada", sentenció.

Sobre las distintas versiones en contra de la operación, el ministro manifestó: "No me cabe duda de que es una campaña. Hay sectores políticos que ponen sus intereses partidarios por encima de la salud de los argentinos".

"Ha sido una actitud política como lo ha sido alentar a romper la cuarentena" continuó y extrapoló este fenómeno al contexto internacional al mencionar que "hay una disputa comercial entre los grandes laboratorios y también tensiones geopolíticas".

"La de Pfizer es una gran vacuna, pero no es suficiente"

De este modo, observó que "la disputa de (laboratorios) Pfizer es por un millón y medio de dosis que alcanzan a 700 mil argentinos". "Es una excelente vacuna y está todo bien, pero no es suficiente, hay que salir a buscar otras", propuso.

"La disputa es para erosionar al Gobierno y de alguna manera, también responde a lobbies", cerró al momento que defendió la postura del presidente de la Nación, Alberto Fernández, al precisar que "la decisión política del gobierno es, desde un principio, poner a la salud como una prioridad".

"Se van a estar vacunando a los trabajadores de la salud"

"En nuestro gobierno prevalece la racionalidad en tratar de adquirir la mayor cantidad de vacunas posible", agregó.

"Argentina no sólo tiene el kit de diagnóstico sino planes aprobados por ANMAT para pacientes leves", detalló y concluyó que actualmente "hay herramientas disponibles hoy en día: tenemos tratamientos y planes de vacunación. Tenemos lo necesario para encarar un 2021 complejo".